lunes, 27 de junio de 2011

Follando en la sauna

Doy una vuelta por la sauna. Hacía tiempo que no venía y me cuesta acostumbrarme. Paseo por los pasillos. No hay mucha gente, pero suficiente. De todas las edades. Hay gente mayor que siempre me produce una cierta ternura. Hablo de esta gente ya madura que sabe comportarse. Educados y respetuosos. Se acercan y, ante el mínimo gesto de rechazo, se apartan sin problemas.
He leído a veces comentarios desalentadores sobre ellos. Comentarios a veces crueles. Es como si, al llegar a cierta edad, se les condenara a la exclusión. Pedimos tolerancia para nosotros y se la negamos a otros por algo a lo que inevitablemente llegaremos: la edad. Me parece que, mientras, se comporten educadamente, yo, al menos, no le veo problema. Peor son otros, más jóvenes y, sin embargo, auténticos coñazos a los que hay que apartar de uno.
Me asomo al cuarto oscuro. Hay dos tíos que se pajean con la toalla abierta mientras miran la película porno. No se miran, ni siquiera se acercan entre si. Me apoyo en la pared y me acaricio la polla. La tengo dura y con ganas.
Salgo al rato y me voy hacia la sauna seca. Hay más gente. Un muchacho de unos treinta años está sentado en un banco. Tiene la polla tiesa mientras otro, arrodillado ante él, se la chupa. De vez en cuando acerca su boca a la boca del otro y se morrean con pasión. Me pongo al lado, y comienzo a acariciarme.El muchacho sentado me coge la polla y me pajea suavemente. Me acerca a él y me besa el vientre. Me mordisquea los muslos. Le dejo hacer.
De pronto se inclina y se mete mi polla en la boca. Tiene la boca llena de saliva. Resbala mi pene entre sus labios. Noto su humedad y su calor.Le acaricio la cabeza. Alguien se me ha acercado por detrás. Me acaricia el culo. Noto sus dedos buscando mi agujero. Separo un poco las piernas para facilitarle el trabajo. Siento uno de sus dedos entrando en mi ano. Tiene el dedo húmedo y lo siento entrar y salir en un agradable movimiento.
Vuelvo la cabeza. Es un hombre maduro, con aspecto de oso. Me morreo con él. Siento su lengua gorda y caliente jugar con la mía. Se arrodilla y separa mis glúteos. Su lengua busca el agujero y comienza a chuparme con maestría. Es la gloria. Tengo a un tío comiendome la polla y otro comiendome el culo. Aunque no estoy en una postura cómoda, hago lo posible por facilitar el trabajo de los dos.
El muchaho que me está mamando y que tiene a otro mamandole su polla, suspira y advierte:
-Me voy a correr.
El otro muchacho se separa. Le coge la polla con la mano y comienza pajearlo. Noto como incrementa su mamada. Me la chupa fuertemente. Se la mete hasta la garganta y me llena de saliva.El muchacho tiene como un escalofrío y un chorro de esperma salta de su pene. Se estremece. Se separa de mi polla. Y se queda como desmadejado.
Yo tengo otra vezel dedo del otro en el culo. El que ha estado mamando se levanta con la mano empapada en semen. Se acerca a mí. Me pone un preservativo y me dice:
-Fóllame.
Se pone con el culo en pompa. Se abre los gluteos con las dos manos y espera mi acometida. Busco su agujero y lo penetro despacio. Tiene el culo suave. El sudor que le corre por el cuerpo sirve de lubricante. Me lo follo. Se mueve deprisa mientras se pajea furiosamente. Es casi como si me follara él. Yo sigo teniedo en en mi culo el dedo del otro que, a la vez, me acaricia los cojones y muerde con pequeños besos mi espalda. Pienso que, a lo mejor intenta follarme, pero no lo hace. Parece conformarse con meterme el dedo. Es un dedo gordo, pero no me hace daño. Lo siento entrar y salir. Aprieto mi esfinter y disfruto.
El muchacho al que estoy follando se mueve más deprisa. Busco su polla con mi mano. Retiro la suya y le pajeo mientras le follo. Da un respingo. Noto como su esfínter aprieta mi polla. Lanza un gruñido y siento en mi mano su corrida, caliente y abundante. Me corro casi a la vez. Saco la polla de su culo y veo el condón, lleno de mi leche.
Retiro la mano del otro de mi culo. Nos juntamos los tres en un abrazo y nos besamos suavemente.