miércoles, 14 de diciembre de 2011

Una vez más

Me doy una vuelta por la sauna. He ido sólo y paseo por los pasillos. Veo mucha gente. Debe de ser la hora, ya de madrugada, pero la verdad es que está casi llena, o, al menos, con gente suficiente.

Me muevo por la zona de cruising. Hay parejas metiéndose mano, besándose. Un grupo de tres tíos me invita a acercarme. lo hago. un muchacho joven me recibe con un beso. Besa llenándote la boca de saliva, pasándote la lengua por toda la boca, como si buscase comerte literalmente.

Siento su mano acercándose a mi polla. Me la acaricia. Un hombre mayor y fuerte le está chupando a grandes tragos. Escucho los chupetones. El otro se pone de espaldas y le ofrece el culo al que me está besando.

Le cojo la polla y le calzo un preservativo. Le dirijo hacia el culo del otro. Le ayudo. Entra la polla. Escucho un quejido y el que me ha besado inicia una follada rápida, cogiéndole de la caderas. Gruñen los dos mientras  el que chupaba y yo miramos sin dejar de pajearnos.

De pronto, se acerca a mí, se arrodilla ante mi miembro, sin dejar de meneársela. Abre su boca y engulla la polla. Si era bueno besando, chupando es extraordinario. Siento su lengua recorrerme la piel. Me mata. sabe que lo hace bien y se regodea. Chupa y chupa, me llena de saliva que chorrea de sus labios. Está así largo tiempo mientras mira como follan los otros.

No puedo más. Noto como me sube la leche polla arriba. Intento retirarla y le advierto que me corro. Se la introduce más profundo. Me dice: "Dámela". Me dejo ir. Me tiemblan las piernas cuando me sale el chorro de lefa y noto la presión de su boca que se pega al miembro, que me recorre entero.

Luego, con la boca llena de semen me besa por la tripa. Y me mordisquea las tetas. Los otros siguen follando, ajenos a todo.

martes, 22 de noviembre de 2011

Hoy

No sé qué hacer. Soy maduro, aunque aparento menos edad de la que tengo. He buscado profundizar en mi homosexualidad sin resultado alguno. Me gustaría probar otras formas y mis intentos no han  dado resultado. Posiblemente, por mi timidez y mi falta de valor.

Me he limitado al sexo suave, sin acceder a lo que en el fondo deseo: la penetración. Ya he contado, creo, que últimamente mis dificultades para lograr una erección van en aumento. No me importa. Sigo teniendo placer. Pero me gustaría experimentar otras formas.

Cada día lo deseo más. Pero sé que esa primera vez ha de ser con alguien que me comprenda y me ayude. Y no sé si eso es posible. Mientras tanto, sigo esperando en la idea de que algún día pueda saber qué se siente, qué sensaciones se tienen.

¿Es la penetración tan satisfactoria? Confío en que algún día lo sabré. Entre tanto, espero.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Una noche

Me voy a dar una vuelta por el templo de Debod, en Madrid. Me dicen que, por la noche hay asunto entre los matorrales. camino, subo y bajo terraplenes y no parece que haya mucho que ver.
Por fin, veo en torno a un asador algo de movimiento. Me aproximo y lo rodeo. Hay gente. pero no parece que haya mucho morbo. En la oscuridad distingo figuras que permanecen de pie. Miran y no hacen nada. Yo, tampoco. Me canso y me muevo un poco. Nada.
Me saco la polla y me la acaricio. Algunos hacen lo mismo por encima del pantalón, pero sigue sin haber acción. Sólo una pareja de muchachos se abrazan y se besan. Y poco más. He leido que hay mucho movimiento, pero yo no he encontrado nada.
Me marcho al Paw. Cinco personas. deambulo por la parte de abajo. Va entrando gente, pero no se anima casi nadie. Hay un muchacho regordete que se está masturbando. Me acerco a él, tiendo la mano y me la rechaza. Está bien. Siempre he creído que la libertad es precisamente la capacidad de poder decir no.
Una pareja se pone a follar debajo de la escalera. es una follada fantástica. Al rato el que se la está metiendo se marcha hacia el baño para quitarse el preservativo. Vuelve al rato y comienza una mamada al chico al que estaba follando. Se retira al rato. Y el mamado me mira y me hace una seña. Me acerco. Tiene una polla limpia y suave, no muy grande. Se la chupo un instante. Me está entrando sueño y pienso en irme.
Me viene a la cabeza el deseo de que me follen de una vez. Me subo al sling y me pongo dispuesto a lo que sea. Nadie hace caso. Debo de ser horrible, pienso. Pero, luego, no dejo que baje mi autoestima. Me comparo con los demás y estoy mejor que muchos. Delgado, el vello justo y cara agradable.
No, definitivamente, no soy feo.Y estoy bien.Será que no tengo suerte. Al final, moriré virgen. O casi.
Con buen humor, subo, pago y me digo: "Otra vez será, coño".

jueves, 21 de julio de 2011

Otro intento

Desde hace un tiempo noto que mi polla empieza a flaquear. No me dura la erección y ya no es lo que era.
Me decido, por tanto, a intentar de nuevo otras formas de placer. Creo que ha llegado el momento de experimentar lo que es sentir una buena follada. Voy al Copper. Es muy temprano. Me desnudo en la entrada y veo que no hay mucha gente, aunque los que están tienen buen aspecto.
Me acerco a la barra y me pido una cerveza. Bebo despacio. Luego, entro hacia el cuarto oscuro. Hay algo de movimiento, aunque no mucho. Me siento en la colchoneta y espero. Se me acerca un hombre con buen cuerpo. Se masturba delante de mi y me acerca su polla. Se la acaricio. Y, al rato, estoy chupandosela. Es una polla hermosa y  gruesa. Me folla la boca durante un buen rato. Me gusta su tacto. Tras un momento, largo, se retira y me acaricia la cabeza.
Salgo a echar un trago a mi cerveza. Ha ido viniendo gente. dejo pasar unos minutos y vuelvo a entrar. Hay un grupo al fondo. Me acerco y le muerdo las tetas a uno de los que andan por allí. Me acerca la boca y me morrea. Toco su polla. Está muy tiesa y tiene muy buen aspecto.
Me inclino y se la chupo. El hombre sus pira y se deja hacer. Subo hasta su cara y le digo:
-No me han follado nunca, pero quiero intentarlo. ¿Te parece?
Dice que sí. Se pone un preservativo y yo me untó el culo con el líquido que me han dado al entrar en el bar. Me pongo de espaldas, meto dos dedos en mi culo. Entran sin problemas. Por fin creo que lo voy a conseguir. Dejo que su polla se sitúe en el agujero. El muchacho lo intenta. Aprieta, pero tal vez he calculado mal una pòlla así para una primera vez. No entra. Me susurra:
-Relájate.
Lo intento, pero sólo noto el apretón en el culo y un cierto dolor. Creo que sólo ha entrado un poco. el chaval sigue intentándolo e inicia un movimiento de vaiven. Sin resultado.
Me da la sensación de que la tengo, al menos la punta, dentro. Pero no. Nuevamente lo intentamos. El muchacho me dice:
-Es imposible.
Y empieza masturbarse furiosamente. Yo también lo hago. Nos corremos casi a la vez. Me paso la mano por el culo. Está suave por el liquido. Me meto dos dedos sin dificultad. Lástima. Otra vez será.

lunes, 27 de junio de 2011

Follando en la sauna

Doy una vuelta por la sauna. Hacía tiempo que no venía y me cuesta acostumbrarme. Paseo por los pasillos. No hay mucha gente, pero suficiente. De todas las edades. Hay gente mayor que siempre me produce una cierta ternura. Hablo de esta gente ya madura que sabe comportarse. Educados y respetuosos. Se acercan y, ante el mínimo gesto de rechazo, se apartan sin problemas.
He leído a veces comentarios desalentadores sobre ellos. Comentarios a veces crueles. Es como si, al llegar a cierta edad, se les condenara a la exclusión. Pedimos tolerancia para nosotros y se la negamos a otros por algo a lo que inevitablemente llegaremos: la edad. Me parece que, mientras, se comporten educadamente, yo, al menos, no le veo problema. Peor son otros, más jóvenes y, sin embargo, auténticos coñazos a los que hay que apartar de uno.
Me asomo al cuarto oscuro. Hay dos tíos que se pajean con la toalla abierta mientras miran la película porno. No se miran, ni siquiera se acercan entre si. Me apoyo en la pared y me acaricio la polla. La tengo dura y con ganas.
Salgo al rato y me voy hacia la sauna seca. Hay más gente. Un muchacho de unos treinta años está sentado en un banco. Tiene la polla tiesa mientras otro, arrodillado ante él, se la chupa. De vez en cuando acerca su boca a la boca del otro y se morrean con pasión. Me pongo al lado, y comienzo a acariciarme.El muchacho sentado me coge la polla y me pajea suavemente. Me acerca a él y me besa el vientre. Me mordisquea los muslos. Le dejo hacer.
De pronto se inclina y se mete mi polla en la boca. Tiene la boca llena de saliva. Resbala mi pene entre sus labios. Noto su humedad y su calor.Le acaricio la cabeza. Alguien se me ha acercado por detrás. Me acaricia el culo. Noto sus dedos buscando mi agujero. Separo un poco las piernas para facilitarle el trabajo. Siento uno de sus dedos entrando en mi ano. Tiene el dedo húmedo y lo siento entrar y salir en un agradable movimiento.
Vuelvo la cabeza. Es un hombre maduro, con aspecto de oso. Me morreo con él. Siento su lengua gorda y caliente jugar con la mía. Se arrodilla y separa mis glúteos. Su lengua busca el agujero y comienza a chuparme con maestría. Es la gloria. Tengo a un tío comiendome la polla y otro comiendome el culo. Aunque no estoy en una postura cómoda, hago lo posible por facilitar el trabajo de los dos.
El muchaho que me está mamando y que tiene a otro mamandole su polla, suspira y advierte:
-Me voy a correr.
El otro muchacho se separa. Le coge la polla con la mano y comienza pajearlo. Noto como incrementa su mamada. Me la chupa fuertemente. Se la mete hasta la garganta y me llena de saliva.El muchacho tiene como un escalofrío y un chorro de esperma salta de su pene. Se estremece. Se separa de mi polla. Y se queda como desmadejado.
Yo tengo otra vezel dedo del otro en el culo. El que ha estado mamando se levanta con la mano empapada en semen. Se acerca a mí. Me pone un preservativo y me dice:
-Fóllame.
Se pone con el culo en pompa. Se abre los gluteos con las dos manos y espera mi acometida. Busco su agujero y lo penetro despacio. Tiene el culo suave. El sudor que le corre por el cuerpo sirve de lubricante. Me lo follo. Se mueve deprisa mientras se pajea furiosamente. Es casi como si me follara él. Yo sigo teniedo en en mi culo el dedo del otro que, a la vez, me acaricia los cojones y muerde con pequeños besos mi espalda. Pienso que, a lo mejor intenta follarme, pero no lo hace. Parece conformarse con meterme el dedo. Es un dedo gordo, pero no me hace daño. Lo siento entrar y salir. Aprieto mi esfinter y disfruto.
El muchacho al que estoy follando se mueve más deprisa. Busco su polla con mi mano. Retiro la suya y le pajeo mientras le follo. Da un respingo. Noto como su esfínter aprieta mi polla. Lanza un gruñido y siento en mi mano su corrida, caliente y abundante. Me corro casi a la vez. Saco la polla de su culo y veo el condón, lleno de mi leche.
Retiro la mano del otro de mi culo. Nos juntamos los tres en un abrazo y nos besamos suavemente.

viernes, 27 de mayo de 2011

Intento con una amiga

Estamos en su casa. La he comido el coño hasta cansarme. Ella suspira y se corre varias veces. Mientras mi lengua pasa por su raja, se detiene en el clítorix, y bebo sus jugos, la meto el dedo gordso por el culo.
Me dice que la gusta. Se deshace y culea encantada.Hemos follado en mil posturas.
Le digo si la han dado mucho por el culo. Me dice que sí
-Te gusta? -le pregunto
-Mucho -me dice.
Sigo follándola. Tengo la polla medio erecta. La pongo a cuatro patas y la penetro por el ano.Se mueve y jadea.
Le digo que quiero que me folle a mi.
Nos damos la vuelta. Busca un consolador y lo empapa de lubricante. Intenta metermelo. Pero me duele. Se lo digo.
-Tranquilo, tranquilo -me dice.
No deja de hacer intentos. Pero no me parece que no estoy lo suficientemente abierto. Deja el consolador y me mete un dedo. Me folla. Noto el dedo en mi interior. Me dejo llevar mientras me pajeo. Ella aumenta el ritmo.
De pronto estallo. Ella saca el dedo y acerca sus labios a mi polla. Se la introduce en la boca y bebe la lefa, mientras succiona. Tengo la polla muy sensible. Siento sus labios que chupan sin parar. Al rato se acerca a mi boca y me besa con la boca llena de mi semen. Se corre ella que ha empezado a hacerse una paja. Nos abrazamos sudorosos.
Otra vez será.

lunes, 9 de mayo de 2011

Casa de Campo

Me han dicho que en la Casa de Campo hay un lugar de cruising. Quiero comprobarlo. Ver el morbo en estado puro. Llego hasta el lugar que me han indicado. Me quedo en la carretera. Está la tarde un poco avanzada. 
Algunos coches están parados al borde de la cuneta. Veo que algunos hombres se internan entre la espesura. Los hay de todas las edades. Al rato me dirijo también hacia la espesura. Voy despacio y un poco inquieto.
Observo que hay hombres paseando por los senderos. De vez en cuando me encuentro con rincones entre los chaparros. Hay preservativos y pañuelos tirados por el suelo. No entiendo por qué no somos más cuidadosos. Porque la verdad es que da asco.
Estoy ya muy lejos de la carretera. Veo más gente. Algunos están apoyados en algún tronco mientras se acarician la bragueta. Esperan. De pronto, al salir a un matorral, medio ocultos, veo a dos muchachos. Uno está en cuclillas delante del otro y mama su polla mientras se pajea. Ambos tienen los pantalones por los tobillos. Escucho las chupadas del muchacho inclinado que mama apresurado.
Me detengo y los observo. Noto una erección. Y me acaricio yo también la polla.Durante algunos minutos no pasa nada. Aparece otro hombre, más mayor, y se aproxima a ellos. Acaricia el culo del muhacho al que le están mamando. Se deja hacer. El hombre que acaba de llegar se saca la polla que ya tiene dura.Comienza a masturbarse. Su otra mano abandona el culo del muchacho y busca la polla y la boca del otro. 
Uno de ellos me ve y me hace señas para que me acerque. Lo hago. El muchacho que está siendo mamado me acerca su mano a la bragueta. Tantea mi cremallera. Lo ayudo y me saco el pene que está ya completamente hinchado. Me acaricia despacio, sin masturbarme. Busca mis huevos y me los pellizca suavemente.
Hacemos un grupo. Nos masturbamos despacio. Yo busco la polla del hombre maduro. Es una polla un poco inclinada, pero se la ve limpia y bonita. No es excesivamente grande. Busca mis labios. Me aparto. No sé por qué. No me apetece.
Nos masturbamos todos mientras el muchacho inclinado no deja de chupar y se la menea furiosamente. estamos así durante un buen rato. De pronto el que está siendo mamado dice:
-Me corro, tío.
Intenta apartarse pero el otro aumenta el ritmo de la mamada sin sacarse la polla. Con una pequeña convulsión el chico se corre en la boca. Le sale la lefa por entre los labios. Me excito al verlo. Y suelto yo también un trallazo de leche. Dejo que me siga pajeándo unos instante. Me escurre la lefa con su mano. Como si me ordeñara.
El maduro se corre también. Noto en mi mano su calida lechada.. Se la unto bien por la polla. El que ha estado chupando deja de masturbarse y se levanta. Da un beso al otro y se aleja. Se deshace el grupo y cada uno tira por su lado.Me limpio con un clínex y lo guardo hecho una pelota para tirarlo después a una papelera.
 

miércoles, 27 de abril de 2011

Piel suave

El muchacho es alto, joven. Tiene un cuerpo bien modelado, sin exageraciones. Guapo y sonriente. Se me acerca y me aproxima los labios. Nos morreamos en la semioscuridad.
Viene completamente empalmado. Su polla, no muy grande, es recta y bonita. La tiene casi pegada al vientre. Baja su mano y me acaricia la mía. Yo le chupo suavemente los pezones. Me saben a jabón, a limpio. Dejo correr mi lengua por sus tetillas.
Mis manos abarcan su culo. Es una piel increíble, fina y delicada. No tiene ni una imperfección. Me abrazo a él y siento su polla que se aprieta contra mi estómago. Responde a mi abrazo y busca de nuevo mi boca. Mete su lengua entre mis dientes y recorre mis encías. Besa como dios.
Me bajo y le cojo el pene que introduzco en mi boca. La piel es aún más suave si cabe. Dejo correr mis labios por su miembro que adquiere una dureza como de piedra. Me acaricia el pelo. Alguien se le aproxima por detrás y él, vuelve la cabeza y se deja abrazar y besar.
Como buenamente puedo le arrastro hacia una banqueta y me siento mientras no dejo de lamerle. Responde a mis chupadas iniciando un movimiento de vaivén. Da gusto, porque su polla no es grande y me permite metérmela entera. Se la empapo de saliva. Le oigo suspirar.
Se para un momento en sus movimientos de folleteo. Gruñe y abre un poco el culo mientras flexiona las piernas. Dirijo mi mano hacia sus nalgas. Mis dedos rozan la polla del otro muchacho que está penetrandole. Dejo que mi mano acaricie el ojete y la polla del otro. La siento avanzar hasta que se entierra en el culo de Piel Suave. Gime. Abre las piernas un poco y su mano acaricia mi cabeza apretando mi boca contra su polla.
El otro muchacho empieza a follarle, primero suavemente. Luego, más deprisa. Noto en mi boca los golpes de la follada. Se escucha el chasquido de la carne contra la carne. Los gemidos aumentan. Le chupo casi al mismo ritmo que le follan. Sus manos aprietan fuerte mi cabeza. Mueve el cuerpo buscando la polla del otro, deseando que le entre hasta el fondo.
Estamos así un buen rato. Alguien se ha acercado y le besa la boca. Piel Suave se apoya en mí y deja que le follen cada vez más fuerte. Mis manos acarician sus huevos, buscan tras ellos y siento la polla del otro muchacho que le penetra cada vez más deprisa. Gemidos. Mis dedos notan como sus huevos se le meten hacia adentro. Me saco la polla de la boca y le pajeo ayudado por la saliva que he dejado en ella.
Piel Suave da un rugido. Echa más el culo hacia atrás. El que le está follando ha empezado también a gemir cada vez más fuerte. La mano que tengo libre busca el culo del otro muchacho. Noto como se contrae y lanza un grito ronco mientras intuyo que se ha corrido en el preservativo. Piel Suave se mueve entre temblores, gime, y un chorro de leche me llena el pecho. No suelo hacerlo, pero en esta ocasión, dejo que su lefa me pringue el vello. El busca mi boca y me muerde los labios suavemente.
Está guapísimo y muy varonil, deshecho por el orgasmo. Le devuelvo el beso.

lunes, 18 de abril de 2011

Una paja entre dos

Me dice:
-Me gusta tu olor.
Me besa el pecho. Me chupa despacio los pezones. Es alto y fuerte. De cuerpo agradable. Siento su lengua perderse entre el vello de mi pecho. Me besa suave y delicadamente mientras su mano busca mi polla medio empalmada. Me repite que le gusta el olor de mi cuerpo.
-Me vuelve loco... -susurra.
Se arrodilla delante de mí. Busca mi polla con sus labios. Los frota contra mi sexo. Luego, abre la boca y me chupa con maestría. Escucho sus gemidos. Mi mano se pierde entre sus piernas y encuentra su polla tiesa y dura. Le pajeo despacio, inclinado sobre él, mientras siento en mi sexo su lengua que recorre la longitud de la polla. me llena de saliva.
Pasa unos minutos lamiendome el miembro. Disfruto de la mamada. Se levanta y busca mi boca. Nos besamos metiéndonos la lengua. Los besos se hacen cada vez más profundos. Me gusta este hombre. Él tiene también el cuerpo cubierto de vello. Le chupo los pezones. Me entretengo en sus tetas. Lanza suspiros y gemidos. Me bajo hasta su miembro. Está muy duro y palpita. Le paso los dedos por el glande. Me lo meto en la boca. Me llena por completo. Inicia un movimiento de folleteo. Lo dejo hacer. Siento como me entra su sexo. La suavidad de la piel. 
Dejo que fluya la saliva. De vez en cuando, me la saco de la boca y le pajeo muy deprisa. Aumentan sus gemidos. Sus manos acarician mi cabeza. Vuelvo a chupársela.
-Qué placer, cómo me gusta -dice.
Es muy agradable ver disfrutar a alguien así. Tiene un cuerpo fuerte y bien formado.Mis manos acarician su culo. Dejo que mis palmas recorran sus nalgas. Es suave y limpio.
Me hace levantarme para besarme de nuevo. Tiene la boca empapada en saliva. Busca mi cuello. Me besa junto a la oreja. Se agacha de nuevo e inicia una mamamda más violenta. Si sigue así, hará que me corra. Él parece intuirlo y arrecia en sus lamidas. Se la mete hasta el fondo de la garganta. Siento su nariz en mis pelos púbicos. Me acaricia los cojones. Los estruja hasta casi hacreme daño. Le digo que no puedo más.
-Yo, tampoco -dice
Se pone de pie. Y me masturba. Yo hago lo mismo. Me abraza contra él y me besa de nuevo los pezones. Lo dejo hacer. No dejo de masturbarle. Siento su prepucio que corre a lo largo de la polla. Aumenta sus gemidos y me muerde las tetillas. Noto que se va a correr. De pronto, estalla:
-Me corro...Qué rico, por dios...
Siento sus contracciones. En mi mano siento la calidez de su esperma. El semen resbala entre mis dedos. Despacio se lo extiendo por su polla. Pongo un dedo sobre el agujero del glande y siento en la piel los estallidos de la lefa que sale a borbotones. Él arrecia en su paja. Me aprieta la polla y me viene de golpe el trallazo del orgasmo. Me corro en su mano que no deja de acariciarme. Me abrazo a él. los dos nos acariciamos con las manos llenas de semen.
Suspiramos a la vez. Me dice en voz muy baja:
-Joder, tío. Ni mi mujer me hace una paja así...

jueves, 7 de abril de 2011

Las bolas

Estamos follando los dos. Ella de espaldas a mí, como le gusta. Mi mano sobre su coño. Folla como dios. tiene el coño rubio, con poco pelo.Me dice:
-¿Quieres mi culito?
Contesto que sí. Se abre los cachetes con ambas manos y deja su agujero a mi disposición. Mi polla entra  sin esfuerzo alguno. Ella lanza un suspiro y vuelve a moverse. La follo. Siento su agujero caliente y suave.
Suspira. Mi polla no deja de entrar y salir. A veces, salgo completamente y vuelvo a introducirsela. Ha debido follar mucho por el culo. Le encanta. Y es lo mismo que follarla por el coño, pero siento que me aprieta con el esfínter.
Sigo follando. Vuelve la cabeza hacia mí para que vea su cara en el orgasmo. Se dulcifica su rostro. Abre la boca. Me muerde la mano y aprieta su culo un poco más.
-Me corro, me corro -casi grita.
Explota en un orgasmo salvaje.
-Échame tu leche, dámela -ordena.
Me muevo más deprisa. Suelto un chorro de semen que le entra en el recto. Jadeo mientras ella casi llora de placer. Aprieto mi mano contra su coño. Tiene un orgasmo fuerte y lento.
Me quedo pegado contra ella. Estamos así unos minutos, dejándonos sucumbir al placer. Al rato me salgo de ella. Se da la vuelta y se pone encima de mí, en un 69 perfecto. Chupa mi polla impregnada de semen. Alarga la mano y busca en la mesilla. Veo por el rabillo del ojo que saca un consolador mo nuy grande. Busca mi culo y me lo introduce despacio. 
Me alarga a la vez un rosario de bolas. Se lo voy metiendo en el coño. Una a una. Pasan unos diez minutos en los que no dejamos de jugar. La dejo el coño lleno de bolas. Le doy la vuelta y me pongo encima. Mi polla está otra vez preparada. Es una dureza un poco flácida, pero suficiente.
La meto la polla en su chochito, noto el roce de las bolas. Me aprieta fuerte contra ella. Tiene una mirada turbia. No ha sacado el consolador de mi culo. Lo mueve despacio. La follo rápido. Gira de nuevo la cabeza en lo que adivino un nuevo orgasmo. Me araña la espalda y se corre despacio, mucho más calmada que antes.
Siento que yo también voy a explotar. Suelto algo de semen. Me duelen los huevos. Sudamos copiosamente. Por fin me echo a un lado. Miro su coño que suelta algo de leche. Tiro de las bolas. Salen una a una, mientras ella da pequeños suspiros cada vez que una de las bolas sale fuera. Brillan por el semen y su flujo. Las acerco a su boca, sin decir nada. Ella las chupa despacio, una a una. Se relame.
Me besa y noto el sabor de mi semen en su lengua.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Paja a tres

Hay un hombre sentado en la banqueta que está en una de las cabinas. De mediana edad. Me mira y sonríe. Yo también lo hago. Estoy apoyado al lado de la puerta y me pongo frente a él. Echa su mano hacia mi bragueta. Me la abre y saca mi polla, todavía flacida.
Le dejo hacer. Me pajea despacio mientras el pene se va endureciendo. Es un artista. Con las dos manos frota mi polla y se escupe de ven en cuando en las palmas. Rápidamente entro en erección.
-Qué polla más bonita tienes -me dice.
Le agradezco el cumplido. Levanta sus ojos como pidiendo permiso y se la mete en la boca. Siento el calor de su saliva. Me la chupa despacio, lentamente. De vez en cuando, pasa sus labios a lo largo de todo el miembro. Siento el viejo placer en la punta del glande. Mis huevos suben hacia arriba. Se la introduce de nuevo y me acaricia, a la vez, los cojones.
Siento la suavidad de la lengua. Chupa con ganas y nuevamente la coge con las dos manos y me pajea, mientras hace ruidos de placer. Me chupa una vez más. Estamos así varios mi nutos. Siento sus manos acariciando suavemente los huevos y la parte posterior. Se le nota que disfuta con lo que hace.
Me parece que hay alguien tras de mí. Hay un hombre oriental que se pajea despacio. Veo su polla, no muy grande, fina y larga. Está muy dura o eso me parece. Me echo a un lado y susurro al hombre que me la mama:
-Chupasela. 
El hombre alarga su mano y toma la del oriental. Se la acaricia y se echa un poco hacia adelante y se la mete en la boca. El oriental se aproxima un poco más y pasa su mano por mi cintura. Se deja mamar. El otro va alternando las dos pollas. Nos mama a los dos alternativamente.Tiene la boca rebosante de saliva. No deja de chuparnos y pajearnos. El oriental baja su mano y me acaricia el culo. Le dejo hacer. Gime.
Yo siento como me va subiendo el placer. Estoy a punto. Como si se diera cuenta ,el hombre acelera la succión. 
-Me voy a correr -digo.
Él se la saca de la boca y comienza una paja rápida. Deseo descargar. No aguanto más y suelto unos chorros de lefa que van a caer al suelo. El hombre oriental dirige una de sus manos a mi polla y se refriega mi semen entre sus dedos. Lanzo un suspiro de satisfacción. El hombre se levanta y me acreca su boca. Nos morreamos los tres y veo por el rabillo del ojo que el hombre oriental suelta una corrida abundante. Nos quedamos los tres desmadejados, abrazados y satisfechos.

viernes, 18 de marzo de 2011

Otravez con mi amigo

Nos vamos mi amigo y yo a tomarnos unas cervezas a Leather, un pub de ambiente en Chueca. Entramos y nos dirigimos a la barra. Son la siete de la tarde, mas o menos. En el local hay bastante gente. De todas las edades.
Charlamos un momento antes de pasar hacia la zona oscura. Primero nos dirigimos al sotano. poca gente. Nos morreamos y acariciamos en un rincón. A nuestro lado, otras parejas hacen lo mismo. Mi mano siente la dureza de la polla de mi amigo que se pega a mi.
Nos tocamos y acariciamos. Me abre la bragueta y me la saca. me acaricia lentamente. Se me va poniendo dura. En un determinado momento se baja y comienza a chuparmela. Le dejo hacer. Siento un placer enorme y busco yo también su polla. Se la saco del pantalón y nos vamos turnando.
Después de un momento, subimos de nuevo hacia la barra. Nos metemos en la zona oscura. Hay un pasillo con cabinas a los dos lados. En la puerta de algunas cabinas, algunos hombres miran la película porno y se soban el paquete. 
No reímos y miramos la peli. Una cabina ha quedado vacía y nos metemos en ella. Nos besamos de nuevo. Se baja los pantalones y yo me agacho frente a su polla. Me la meto en la boca y chupo y lamo con ganas. Me gusta esta polla, no muy grande. Esta dura y caliente. Se la mamo, mientras le escucho gemir.
Mi amigo me acaricia la cabeza. Por uno de los agujeros de la pared que dan a otras cabinas observo como alguien esta mirando. Al poco, hace asomar su pene por el agujero. Mi amigo la toma con una de sus manos y la masturba despacio. Yo me pajeo furiosamente. Tengo unas ganas locas de soltar mi leche. Mi amigo inicia un movimiento de folleteo. Siento en la nariz sus pelos rizados que me hacen cosquillas y como se desliza por mi lengua su polla. Degusto el liquido preseminal.
Me pongo de pie y nos besamos. Noto su lengua que me recorre la boca. Se arrodilla el ahora y se introduce mi polla. Me chupa suavemente. Estamos los dos a punto. Se pone de pie y sin dejar de besarnos iniciamos una masturbación cada vez mas rápida. Siento su saliva que se mezcla con la mía.
De pronto, casi a la vez, nos corremos mientras nos besamos cada vez mas fuerte. chorros de lefa caen hasta el suelo. La polla que asoma por el agujero suelta también unos chorros de semen. Nos abrazamos, nos vestimos y salimos fuera.

miércoles, 9 de marzo de 2011

En el sexshop

Se accede al sexshop por una primera sala, donde están a la venta artilugios y peliculas porno. Un muchacho está detrás del mostrador. Enfrente una media puerta lleva a una zona más privada. Pago al joven que oprime un botón y se abre la portilla. Entro. Las cabinas, algunas sin puertas, están en un pasillo a derecha e izquierda.
Veo a algunos que miran la película y se pajean, sacándose la polla por la bragueta. Hay agujeros redondos a la altura de la cabeza de quienes están sentados. Veo a un par de hombres que parmanecen de pie, apoyados en el marco de las puertas. Sigo avanzando y entro en otra sala más grande. Una gran pantalla emite una pelicula porno.
En el centro de la habitación hay una especie de cama enorme, vacía. Las paredes que rodean la sala tienen unos bancos en los que hay cuatro o cinco personas. Algunas se pajean. Una chupa la polla de alguien que está de pie, con los pantalones por los tobillos.
Busco donde sentarme y contemplo la mamada atentamente. El hombre sentado a mi lado se traga la polla hasta el fondo mientras se menea el pene. Le gusta. O eso parece porque da largos chupetones y se le escucha gemir suavemente.
En un momento dado se saca la polla de la boca y me la pasa, como si me ofreciera una golosina. La pajeo y la acaricio lentamente. Está húmeda y dura. El hombre que está de pie me acerca la polla a la boca e intenta introducirmela. La miro un instante. Es una polla no muy grande pero bien formada, limpia y tersa.
Inicio una succión suave. Me encanta sentir la dureza en la lengua. Notar como se resbala por mi boca. Notar esa especie de hormigueo en mi propia polla. La chupo y lamo despacio, sin prisas. El hombre debe de estar a punto porque quiere moverse cada vez más rápido.
Saco su polla de mi boca y se la entrego al otro hombre que, viendo que está a punto de correrse, acelera sus mamada. Se la mete hasta el fondo de la garganta. Veo cómo su nariz se estrella contra el pelo del pubis. Sus ruidos guturales son cada vez más expresivos. Como si se le fuera a escapar, echa su mano hacia el culo del muchacho y le aprieta contra él.
El hombre que está de pie echa la cabeza hacia atrás y da un fuerte impilso hacia adelante con la polla. Veo como el que está mamando intensifica sus chupetones. Se queda quieto de pronto y casi puedo ver como se derrama la lefa en su boca. Chupa suavemente. Se la saca hasta la punta y se la vuelve a meter hasta dentro. Lo veo paladear el semen.
El otro se retira. Se sube los pantalones. Le da un cachete cariñoso en la cabeza y sale de la habitación. El muchacho sentado se deja caer en el respaldo respirando agitadamente.
Estoy muy caliente. Tengo la pija a punto de reventar. Me la masajeo por encima del pantalón.
Salgo de la sala hacia las cabinas. En una de ellas hay una pareja morreándose y pajeándose. Avanzo por el pasillo. Encuentro una cabina vacía y me siento. Voy pasando los canales. Me saco la polla y me la acaricio durante un rato. De reojo creo ver cómo alguien se asoma por el agujero redondo que hay en la pared que separa las cabinas.
Al momento asoma una polla semierecta que se mueve arriba y abajo. La cojo con la otra mano y la masturbo unos momentos. Se va endureciendo. Es una polla grande y gorda que sigue creciendo a medida que la manipulo. Estoy deseando sentirla en mi boca. Acerco mi cabeza y me acaricio los labios con su glande. La chupo. Paso mi lengua a lo largo del tronco. Tiene unas venas muy marcadas que nota en mis labios.
Se la chupo, la mamo. Me gusta. Me gusta mucho. A la vez me pajeo deseando correrme. Tengo necesidad de soltar toda mi leche. Dejo de chuparsela. Me pongo de pie y empujo mi polla a través del agujero, haciendo retroceder la otra polla. El parece comprenderlo y noto casi al instante cómo su boca rodea mi polla. Me la chupa sabiamente. Yo empiezo a gemir. El acelera la mamada. Me llena de saliva. La traga hasta dentro. 
La saco de golpe de su boca. Y empiezo a masturbarme con ganas. He cogido un kleenex que me pongo en la punta de la polla. Me agacho y veo por el agujero que el de la cabina del al lado está haciendo lo mismo. Me quedo mirandolo y veo cómo salta un chorro enorme de su polla. Es un semen blanco y espeso que sale en sacudidas de su miembro que ahora apunta al cielo de la cabina.
No deja de salir a borbotones la leche. Lamento en ese momento no ser un tragador de lefa. Y, ahora, siento que me viene a mí el chorro calido.El placer estalla y lleno el pañuelo de papel con la corrida.
La polla de el de al lado vuelve a aparecer por el agujero de la pared. Chorrea una gota de leche de la punta. Rozo la punta de mi polla con la suya a mode de despedida. Abandono el local antes de que el otro pueda salir de su cabina.

lunes, 7 de marzo de 2011

Un cuarteto bi

Estamos en uno de los club de intercambio. Nos acariciamos lentamente. No tenemos prisa para nada. A nuestro alrededor hay otras parejas que follan o se acarician.
Una de las parejas está formada por unos chavales más o menos jóvenes, como de treinta años. Ella, delgada y morena, tiene un cuerpo espectacular. No son muy grandes sus tetas, pero están muy bien formadas y muestran unos pezones grandes y marrones. Él tiene una barba semidescuidada, el pelo largo. Es delgado también y tiene la polla en reposo. No se aprecia si es grande o no. Sé por experiencia que cuando se completa la erección hay ocasiones en que salta la sorpresa.
La chica se acerca a nosotros y empieza a besarse con mi amiga. Baja hasta su coño y lo lame con suavidad. Su pareja se tiende al lado nuestro. Estamos muy juntos los cuatro. La chica posa sus labios en mi polla e inicia una mamada lenta y suavemente. Mi amiga la come las tetas mientras el chico acaricia su culo.
De pronto noto una mano que me acaricia los huevos. No son de la chica ni de mi amiga. No me hace falta mirar para comprender que es el muchacho quien me está tocando. La mujer se retira un momento y entonces él me coge la polla en su mano y comienza a pajearme. Ante mi quietud, el hombre acerca su boca a mi polla y empieza a pasarme la lengua a lo largo del tronco. Lo dejo hacer.
Las dos chicas se han enrollado en un 69, muy pegadas a nosotros. Sus manos acarician sus cuerpos y, de vez en cuando, pasan sus dedos por nuestra piel. El hombre chupa ya sin tapujos mi polla. Yo busco la suya. Se da la vuelta. Se pone de lado y me acerca un pene ya en erección. Lo llevo a mis labios. Noto la suavidad de la piel. La verdad es que es maravilloso chupar una polla. La piel no tiene comparación en suavidad y tersura con nada.
La saliva se derrama sobre su miembro. Siento en el mío el calor de su boca. Su lengua me recorre el glande, se para en el agujero. Yo sigo su mismo ritmo. Estamos los cuatro en una escena de lo más caliente. De reojo veo cómo los demás nos miran con una cierta envidia. Pero nadie se acerca. Extiendo mi mano hacia un hombre que está casi pegado a nosotros. Delicadamente me la retira. Oigo que su pareja le murmura: "Déjate, déjate". Pero no lo hace y se retira un poco.
Me concentro en lo que tengo en la boca. Me encanta chupar. Es un placer difícil de explicar, muy sensual y muy morboso. Un coño o una polla es lo mismo. Me gusta comer, lamer, chupar.
Veo a las dos chicas que hacen ahora una tijereta. Se frotan los chochos (la chica lo tiene depilado, mi amiga peludo) y gritan y gimen sin preocuparse de nadie. Estallan casi a la vez y se quedan desmadejadas a nuestro lado. Nosotros seguimos chupandonos despacio. Ellas se besan y se acercan a nosotros. Nos quitan las pollas de la boca y comienzan ellas a mamarnos. Estamos tan pegados que siento en mi cara el roce de la otra chica mientras sube y baja por el sexo de su pareja. Mientras nos chupan, con una mano acarician los huevos de la pareja de la otra.
Siento la mano de la otra chica que busca mi culo. Me acaricia el agujero. Se mete el dedo en su coño y con su flujo me lo introduce en el culo. No sé lo que hará con el otro chico mi amiga. Pero a mí me está haciendo una mamada salvaje. Salta de pronto sobre mí. Se introduce mi polla en el coño y empieza a follarme. Se corre y yo exploto, notando en el culo el dedo de la muchacha que acelera sus movimientos al oir mis gemidos.
Cuando me calmo miro a la otra pareja. El hombre gruñe suavemente. Veo la leche de su polla resbalar de los labios de la muchacha y empaparle los huevos. Sonreímos.

jueves, 3 de marzo de 2011

Noche con dos amigas

Ha venido a pasar un par de días en Madrid. Es una buena amiga, guapa y sensual. Dulce y cariñosa. Cenamos juntos los tres. Mi buena amiga de Madrid, ella y yo. Charlamos y hablamos. Mantengo una relación con las dos (por separado) desde hace tiempo. Hoy es la primera vez que estamos juntos.
Después de cenar nos sentamos en un pub y seguimos charlando.
Por fin, nos dirijimos a casa de mi amiga. Nos besamos los tres. Nos desnudamos unos a otros. Nos acariciamos.
Ellas dos (tal vez por la novedad) se dedican más atención. Ambas son bisexuales. Se besan apasionadamente. Se tumban en la cama y comienzan a descubrirse mutuamente los cuerpos. La amiga de Madrid se baja hacia el coño de nuestra visitante y chupa con dedicación. Se escuchan sus gemidos. Me uno a ella y le beso las tetas y la boca.
Vamos rodando por la cama. Hay un momento en que me cogen la polla entre las dos y me la chupan, me la besan, me la lamen. Se besan entre ellas y se ríen. Acaricio sus coños, húmedos y brillantes. Estamos así un buen rato. Sentir a dos mujeres entregadas a tí, rozándote con las tetas la polla, sus labios llenos de saliva, la boca caliente, es un placer maravilloso.
Siento unas ganas enormes de follar. Acaricio sus culos, sus muslos. Ambas hacen un 69 y me quedo un rato contemplando sus movimientos, oyendo sus chupeteos, sus gemidos. No dejo de pajearme. La polla va a estallarme. El corazón me late como si fuera a darme un síncope.
Me pongo detrás de mi amiga madrileña que en este momento esta encima del 69. ´La levanto el culo. Acaricio su rajita. Ella abre las piernas y levanta sus nalgas. Nuestra visitante está metiéndole la lengua. Mis dedos rozan sus labios. Acerco mi polla y la introduzco poco a poco en el coño que está chorreando.
Siento los labios de la otra buscar mi polla. Roza con su boca el trozo que queda fuera. Me besa los huevos, me los chupa.
La follo con ganas, pero lentamente. No quiero dejar de sentir esos labios en mi miembro. Mi amiga gime. Se va a correr. Grita. Nuestra amiga de fuera me saca la polla del coño y se la mete en su boca. Me chupa unos segundos y vuelve a meterla en el coño de mi amiga. Lo repite varias veces, mientras no dejo de follar.
Cambian ambas de posición y, como si se hubieran puesto de acuerdo, repiten el mismo juego. Me siento el hombre más afortunado del mundo. Follo ahora a la otra y noto la boca de mi amiga que juega con el coño de ella y con mi polla.
Rompen el 69. Me ponen boca arriba. Una se sube encima de mí y empieza cabalgarme. La otra se me pone encima de la boca. Chupo su coño peludo. Me encantan esta clase chochos. Las dos se besan entre si mientras yo chupo y meto cada vez más profundamente la polla. Están empapadas. Se resbala mi pene dulcemente en el divino coño y mi boca traga sin parar los flujos de la otra.  Es como una fuente.
Después de un buen rato, me dejan y me quedo boca arriba. Ambas empiezan a besarse con mi polla enmedio de sus bocas. Se han corrido varias veces y yo no puedo más. Me dicen:
-Danos tu leche.
Con sólo oir esas palabras exploto y las dos chupan a la vez intercambiándose mi lefa. Me aprientan los cojones, me acarician el culo y suben hasta mi boca para darme un beso caliente y pegajoso de semen.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Con mi amigo

Estamos los dos, mi amigo yo, en su casa. Hemos estado tomando unas cañas y, al final, hemos decidido darnos un homenaje.
Mi amigo sólo tiene relaciones conmigo. Le gusta el sexo con hombres, pero más tímido que yo, se siente incapaz de dar el paso.  Se lo pasa muy bien conmigo. Disfruta y siente un placer que se nota en sus expresiones y gemidos.
Hemos renunciado a la penetración ante el fracaso de anteriores encuentros. Asi que vamos directamente al grano. Nos besamos y nos pajeamos el uno al otro. Nos hemos dado una ducha y estamos limpios y dispuestos. 
Nos tumbamos en la cama en un 69 delicioso. Nos chupamos pollas y cojones con placer. Nos acariciamos el culo. Estamos muy calientes. En un momento dado le paso la polla entre los gluteos. Se abre pero nos limitamos a rozarnos. Estamos así un buen rato.
Le muerdo las tetillas y dejo que mi boca se pierda entre su vello. Hace lo mismo conmigo. Me recorre el vientre con su lengua. Chupa ansiosamente. Me lame desde el culo a la polla y succiona lenta y suavemente.
Le pongo a cuatro patas y le introduzco un dedo. Gime y se pajea rápidamente. Comienzo a follarle con el dedo. Me dice que siente un placer inmenso. Su culo está apretado y me cuesta trabajo introducirlo más adentro.
Luego se pone encima de mí y con las pollas juntas inicia un movimiento de vaiven. Siento el roce de su piel suave y tersa. El líquido preseminal le sale por el agujero del glande. No deja de meterme la lengua buscando la mía. Repìte mi nombre entre gemidos.
Cuando se folla con alguien a quien se quiere, el placer es otro. se suma al placer físico una sensación de bienestar.
Le doy la vuelta y le pongo boca arriba. Me pongo entre sus piernas y le inicio una mamada lenta. Le empapo la polla de saliva. Su verga está tiesa y temblorosa. La siento en mi boca. Siento el deseo de gustar su semen. Nunca lo he hecho y con él me parece distinto.
Acelero la mamada. Me dice que se va a correr e intenta retirarse. Le digo que se corra en mi boca. Noto que se le pone más dura. Comienza a follarme con fuerza. Gime cada vez más fuerte. Le da un estertor, y, de pronto, siento en mi boca la pastosidad de su lefa. Suspira sin dejar de mover su vientre contra mi boca. Es una sensación extraña y, al mismo tiempo muy placentera. Comprendo a las mujeres que piden que se corran en su boca. Es maravilloso cuando hay seguridad.
Está salada y suave. La dejo que me recorra la lengua. No me la trago. Voy al cuarto de baño y me lavo la boca. Luego vuelvo a su lado. Está con los ojos cerrados y respira agitadamente.
Me dice que me corra en su vientre. Me pongo de rodillas ante él y me pajeo hasta que suelto un chorretón de lefa que mancha su polla y sus cojones. Con su mano se la extiende por la tripa.
Nos echamos el uno al lado del otro y nos besamos suavemente.
De la punta de mi polla sale una gota de lefa que resbala sobre mi muslo.

lunes, 28 de febrero de 2011

El muchacho de traje

Fue hace algún tiempo. Una de las primeras veces que fui al Strong.
El Strong está como siempre. Gente que deambula por los pasillos oscuros. Cabinas semiabiertas. Hombres pajeándose e invitando con la mirada. Me voy hacia el final. Me siento en la sala de video y miro a mi alrededor. Hay muchachos que dormitan. Otros se chupan la polla, se acarician. No dejan de entrar y salir. De vez en cuando, se escucha la caída de un vaso.
Entro hacia los cuartos oscuros. El resplandor de los mecheros permiten ver algún grupo que se morrea y se acaricia. Alguno, sentado en la banqueta chupa y la me la polla de quienes, con los pantalones medio bajados, suspiran y gimen.
Siento unas manos acariciándome por encima de la bragueta. Me detengo. Dejo que me bajen la cremallera. Ayudo a sacar mi polla y una mano me pajea suavemente mientras una boca busca la mía. Nos enrollamos un momento. Acaricio el culo del muchacho que se ha acercado a mí. Tiene los pantalones caídos. Él se baja hasta mi polla y comienza a hacerme una mamada.
Durante unos minutos me dejo hacer. Está en cuclillas y lame furiosamente. Acaricio su cabeza. La tiene prácticamente rapada. Mis ojos se han ido haciendo a la oscuridad. Es un hombre joven y de buen cuerpo. Está prácticamente desnudo. Se acerca otro hombre y se pone detrás del mamador. Le levanta el culo e intenta clavarle la polla. Pero no se deja. Parece que sólo quiere mamar.
Tras un buen rato le retiro la cabeza. Se pone de pie y me acerca la boca. Noto en su saliva el gusto de mi polla. Nos besamos fuerte. Por fin, le doy unas palmadas y guardo mi polla. Me alejo de él y salgo fuera.
Doy una vuelta por las cabinas. Un muchacho con barba, vestido con un traje, se pajea en una cabina. Me hace señas y me acerco a él.  Me coloco en la puerta de la cabina. Saco mi polla y me la acaricio.
El aumenta el ritmo de su mano. Casi al momento me hace entrar y se arrodilla delante de mí. Sin dejar de pajearse, se introduce la polla en su boca y comienza una mamada fabulosa. Se la traga entera. Se la saca de vez en cuando y pasa su lengua a lo largo de mi pene. Me brilla la polla por su saliva, cálida y abundante.
Vuelve a metersela dentro e inicia una succión que me hace ver las estrellas. Se detiene. Chupa. Lame. Gime mientras acelera su paja. No voy a aguantar mucho. Siento como me viene el semen. Le advierto:
-Me voy a correr, tío...
Intento sacar la polla de su boca al sentir las primeras contracciones. Vuelvo a decir:
-Que me corro...
El acelera la succión. Gime. Me coge con la mano libre el culo y me aprieta contra él.
No puedo más. Lanzo unos gemidos. Siento las convulsiones de mi polla y cómo la lefa se descarga en su boca. El no deja de chupar. Me derramo en su garganta. El muchacho traga y chupa mientras no deja de pajearse. Se corre también.
Me apoyo en la pared. Me tiemblan las piernas. El muchacho se pasa unos dedos por los labios. Se pone en pie. Me da un beso y se retira sin decir una palabra.

jueves, 24 de febrero de 2011

Ella

Mi amiga y yo hemos ido muchas veces a locales de intercambio. Han sido grandes experiencias. Una de esas noches, muy avanzada la madrugada, habíamos terminado de follar. Estamos descansando. Se podía fumar entonces. Desnudos, mírábamos a otra pareja que se movía a nuestro lado.
Mi amiga le había comido el coño a la chica y se había morreado con ella salvajemente, mientras su compañero follaba a mi chica. Mi amiga, a cuatro patas, recibía entre quejidos la polla del muchacho. Yo, tumbado, al lado, recibía las caricias de la mujer.
Me gusta mucho mirar. Ver como dos cuerpos se mueven, contemplar una polla entrando en el coño de una tía, mientras ella cierra los ojos y se la transforma el rostro. Igual que me encanta ver como una polla taladra el culo de un hombre mientras éste se queja y se pajea a la vez. Son imágenes de una gran belleza. O, al menos, eso me parece.
No me gusta la violencia en el sexo. Siento una especie de rechazo que me impide gozar. Respeto, no obstante, a quienes por libre elección, han escogido esta forma de placer. Aquella noche, la pareja que estaba a nuestro lado se comportaba de manera dulce y suave, aunque se dejara llevar por la pasión y se movieran furiosamente.
No suele ser corriente. Pero esa noche llegó a la amplia cama que compartíamos un par de parejas, otra pareja que se tumbó a nuestro lado. Ella no se desnudo del todo. Se quitó la camiseta y dejó ver unos pechos magníficos. El hombre la comía la boca y las tetas y nosotros nos fuimos acercando a ellos.
Comenzamos los toqueteos. Mi amiga pasó la mano por la entrepierna de la chica y sonrió. Me susurró:
-Tiene polla...
La tenía efectivamente. Poco a poco la fuimos desnudando. Chupamos entre los dos su polla que estaba dura y fuerte. Ella gemía mientras su acompañante no dejaba de besarla.
Entre mi amiga y yo la hicimos una larguísima mamada. Disfrutábamos de aquella polla que se mantenía tiesa y dispuesta. Mi amiga, se puso encima y empezó a cabalgarla. Era un polvo rápido y apasionado. Al fin se levantó de ella y pude apreciar la polla reluciente por los jugos de mi chica.
El hombre que había venido con ella, le dio la vuelta. La puso a cuatro patas y le clavó la polla en el culo. Casi sin prepararla. Ella se movió violentamente y aumentó sus gemidos. Después de un rato, el se corrió entre espasmos y se dejó caer desmadejado en el colchón.
Tomé entre mis manos la polla de ella y le hice una paja con toda la suavidad del mundo. Al cabo de un instante, un chorro de lefa salió de aquel miembro y me inundó la mano. Mi amiga había empezado a hacerme una mamada mientras yo la masturbaba. No aguante mucho. Me corrí con un grito. Mi amiga chupó mi semen. Luego acercó sus labios y me pasó toda mi leche a mi boca. Lo bebimos juntos.

martes, 22 de febrero de 2011

Saunas

Son la soledad absoluta. Las saunas sólo sirven para follar, hacer unas mamadas, masturbarse y pasar el rato. Siempre en soledad. Pocas veces se da una conversación, una amistad en el aire caliente de una sauna. A no ser que ya te traigas la amistad de casa.
He estado en varias saunas. Siempre por sexo. En algunos casos, he cruzado algunas palabras con alguien, pero lo cierto es que en casi todas las circunstancias han sido excusas para entrar a saco en el sexo rápido.
Sólo en un par de ocasiones me han dado un teléfono (que he perdido irremediablemente) o he mantenido una larga conversación con alguno de los presentes.
Una noche conocí a un muchacho joven, algo gordito, de polla no muy grande pero hermosa. Estuvimos largas horas mamándonos, chupándonos. Sin corrernos ninguno de los dos. Hablamos mucho. Era un chaval de la periferia de Madrid, amable y cariñoso que se dejaba mamar y que mamaba con ganas. Ni siquiera intentamos follar, aunque le dije que algún día tenía que probar con él.
Me dijo que lo haríamos. Y me explicó que la mejor manera era de lado, con una de las piernas levantadas.
-Es lo mejor. Duele mucho menos. Ya verás...
Pero nunca nos volvimos a ver. Y ahí quedó la cosa.
Decía que la gente que va a las saunas sólo busca sexo sin complicaciones. lo que tampoco me parece mal. Y en muchos casos sólo se busca mirar, disfrutar viendo como otros follan.
La sauna húmeda suele ser el sitio donde más se folla. Es donde más grupos se forman. Me han chupado hasta cinco personas, uno detrás de otros, a veces por parejas. A veces mientras el que me la chupaba era enculado salvajemente.
Ni siquiera en las cabinas se folla tanto. Creo que en buena medida la gente va a ver y ser visto. Por eso cuando algunos se meten en una cabina, dejan la puerta abierta. Es un placer que te vean con la polla tiesa, mientras alguien te la chupa o se la chupas a alguien.
Hace tiempo que no voy a las saunas. Me da una cierta pereza andar dando vueltas con una toalla enrollada al cuerpo, tratando de atraer la atención de alguien. Hace tiempo que no voy. Tal vez porque cada vez huyo más de la soledad.

lunes, 21 de febrero de 2011

Primer intento de ser follado

Llego demasiado temprano al Paw. Por lo que he leído a Dias de Vicio, esto se anima más tarde. Pero estoy harto de dar vueltas y me he venido para acá. Hay poca gente.Me tomo una cerveza y observo las cinco personas que apoyadas en la barra o pegadas a la pared están en el local. No hay comunicación entre ninguno de nosotros.
Me gustaría hablar con alguno de los que están en el bar. Pero mi timidez y mi absurdo miedo al rechazo me lo impiden. Doy una vuelta por abajo. No hay nadie. Me siento en un banco. Al rato baja uno de los hombres que estaban arriba. Se me acerca. Me toca la polla y le toco la suya. Nos masturbamos despacio.
Intento una mamada y me aparta la cabeza. Estas cosas no las entiendo, aunque las respete. No sé a qué eso de acercarse y masturbar si, luego, no me deja seguir. Dejo de tocarle y me levanto. Subo de nuevo. Cuando estaba abajo he oído un par de veces el timbre. Y, efectivamente, hay gente nueva.
Busco mi cerveza. Dejo pasar el tiempo. Lentamente el bar se ha ido llenando. Algunas parejas se han bajado al sótano. Sube alguien de vez en cuando con la polla tiesa y brillante. En el rincón, un muchacho chupa la polla de un hombre algo mayor que él. Se oyen los chupetones que le dan con verdaderas ganas.
Me excita escucharles y bajo de nuevo las escaleras. Hay algún grupo nada más entrar, en la cabina de la izquierda. Mamadas. Un joven es follado mientras le chupa la polla a otro. Me pajeo mirándoles. Más tarde doy una vuelta por el sótano.
Hay un hombre sentado en la banqueta. Nos acercamos y comenzamos a magrearnos. Nos morreamos. Y nos chupamos durante un rato el uno al otro. Me come las tetillas con verdadera maestría.
Es la pareja perfecta. Estoy tan caliente que le digo:
-Estoy buscando quien me folle por primera vez.
Él busca mi culo con uno de sus dedos. Se saca un preservativo y se lo pone mientras abre con los dientes un sobre de gel. Me recorre el culo con sus dedos. Estoy temblando. Por fin voy a sentir qué se siente al ser follado.
Se coloca detrás de mí. Apunta hacia mi agujero. Y golpea sus alredores con la punta de la polla. Me da la sensación de que he elegido mal. Lo sigue intentando y cuando parece que va a entrar noto que su polla se va desinflando. No hay manera. Se la chupo de nuevo, pero no hay manera. Creo que se ha corrido dentro del preservativo.
Me dice:
-Perdona.
Y se aleja hacia los baños. Sonrío y me limpio el culo de gel. Se me han pasado las ganas. Miro el grupo de folladores que hay al lado. Y me pajeo. Me corro. Y subo al bar. Me visto y me voy.

viernes, 18 de febrero de 2011

Tres

Estábamos los tres. Ella, mi amigo y yo. Fue una tarde espléndida. Nos había recibido  con una sonrisa, como si no se lo esperara. Era una buena amiga, gozosa en el sexo y con un cuerpo fantástico.
Nos sentó en el sofá ante ella y nos empezó a cupar las pollas alternativamente. Nos desnudamos luego.
 Habíamos follado sin descanso, con juegos, chupadas, comidas de coño. En uno determinado momento, mi amigo acercó su mano a mi polla y realizó una caricia. Ella, con los ojos brillantes, le animó a chupármela. Se inclinó y me hizo una ligera mamada.
Nos daba risa. Y entre bromas y veras seguimos con los juegos a tres. Me pidió que follara a mi amigo. Lo intentamos. Pero no hubo forma. Se puso a cuatro patas y yo intenté, sin éxito alguno, metérsela. No podía. Ella me tumbó boca arriba y le dijo:
-Inténtalo asi.
Y se puso encima de mí. Lentamente fue metiéndose mi polla en el culo.
-No sabes... es una mezcla de dolor y placer fantástico.
Subía y bajaba y sentía la estrechez de su culo. Se la sacó con cuidado. Y le dijo a él que probara. Lo intentamos de nuevo. Nuestra inexperiencia lo hizo imposible.No hubo forma.
Decidimos seguir los juegos con ella. Mi amigo se puso encima e inició una follada rápida. Por la excitación se corrió enseguida. Soltó unos gruñidos y dejó en su coño un copiosa corrida. Se levantó. Yo estaba a su lado. Miraba el sexo de ella. Un hilo de lefa salía entre los pelos del coño.
Me eché encima  y comencé a follarla. Ella suspiraba. Es multiorgásmica y no dejaba de correrse continuamente. Yo notaba el semen chapoteando en su vagina. El morbo era increíble. Estuvimos jodiendo durante un buen rato hasta que solté un chorro de leche que fue a mezclarse con el de mi amigo.
Me quedé un rato dentro de ella. Sintiendo mi polla empapada y que, poco a poco, se iba ablandando.
Salí por fin de ella que lamió mi pene mientras la recorría el cuerpo un nuevo orgasmo. Nunca entendí cómo podía correrse de aquella manera.
Fue la primera vez de una larga historia en la que los tres buscamos nuevos placeres.
Mi amigo y yo hemos vuelto a intentarlo. pero nunca he mos llegado a la penetración. Sin embargo, hay que decir que hemos tenido días de sexo extraordinarios. Mamadas, lamidas. Besos.  Todo lo que se puede hacer entre dos hombres. Bueno, casi todo.
Hemos estado en bares y saunas. Nos hemos buscado y disfrutado, pero sin llegar a más. Yo ahora prefiero que me encule. No lo he conseguido, aunque lo seguimos intentando. Desde hace un tiempo mis erecciones no son las mismas. Y por eso quiero intentar ser pasivo. Algún día sentiré lo que mi amiga decía que era una mezcla maravillosa de placer y dolor.

jueves, 17 de febrero de 2011

Mamada

Hace tiempo escribí este poema para Dias de Vicio



De rodillas. Así, como quien bebe

del sagrado misterio,

de la copa sagrada, te rodeo.

Mis labios y tu carne en comunión perfecta.

Y siento la dureza como el alma

del deseo. Sube y baja

la bendita columna. Y es la vida

lo que mueve el espasmo, lo que salva

el acto de otros actos semejantes.



Tú me mueves. Es tu sexo

lo que ahonda y rebusca por mi boca

el paraiso cierto,

ese licor igual que un mar de estrellas,

el agua primigenia del que sale

la vida y que me llena y que me salva.



Temblor de estrella, relámpago furioso

que en un instante apenas

se vierte en otro cuerpo, se hace lluvia

caliente. En ella vivo.

Y en ti que ahora te rindes en mi boca.

Fóllame

Fue no hace mucho tiempo y también en el Copper. Llego temprano. Me desnudo. Tengo unas ganas de mear tremendas y me dirijo hacia los baños.Cuando atravieso el cuarto oscuro un chaval, de unos veintitantos años, me coge del brazo. Me dice: "Me dejas que te la chupe? Follamé".
Me lo dice de sopetón, como si tuviera mucha prisa. Le digo que me espere, que me estoy meando. Cuando salgo, me lo encuentro de nuevo en la puerta del cuarto oscuro. Es moreno y bien parecido. No muy alto. Bueno. Más bien bajito. Pido una cerveza y se me acerca de nuevo. Vuelve a insistir.
Le digo que tenga paciencia. Que estoy tomando una cerveza. Miro su polla. Es pequeña. muy pequeña y está completamente flácida y retraída, como metida hacia dentro. Bebo con él a mi lado. Me hace gracia su insistencia.
Al fin pasamos dentro. Me siento en la colchoneta y se arrodilla ante mí. Chupa muy bien. Lame mi polla con maestría. de vez en cuando, para y me cuenta algo. No sé qué de unos amigos de su padre que lo follaban. Me parece un cuento chino.
La polla está a punto de explotarme. Me la chupa, me la besa, se la mete hasta lo más profundo. Es un genio de la mamada. Intento alargar mi brazo y tocar su polla. Apenas la encuentro. Así que lo dejo.
Un chaval, más o menos de su edad, alto y fuerte se pone detrás y le acaricia el culo. El que me la está mamando me susurra: "Dile que me folle".
Obedezco sus indicaciones y le digo al otro: "Follatelo". No se hace de rogar. Se calza un preservativo y comienza a darle polla. El muchacho gime, sin dejar de chuparmela. La situación es de lo más morboso. Noto los empellones de su follador. Siento su boca caliente.
Al final el chaval que le está dando por culo se retira. A su lado hay un hombre como de 50 años. Se pone un preservativo y lo encula. El muchacho no deja de gemir. Así estamos un buen rato. No quiero correrme y saco la polla de su boca. Me retiro y le dejo con la cabeza en el colchón.
Está casi gritando. Otro ocupa mi puesto.
Salgo a la barra y bebo despacio mi cerveza mientras me fumo un cigarro. Felices tiempos aquellos en los que se podía fumar después de un polvo.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Comienzo. Copper

La parte más oscura de la noche y de uno mismo. En Madrid, donde todo es posible. No quiero hacer un relato cronológico. Creo que es mejor ir escribiendo, según vengan o vayan los recuerdos.
Hace unos días estuve en el Copper. Bar de sexo en Madrid. Fui como otras tardes. Me gusta el olor animal del bar, las pieles sudadas, las pollas tiesas y húmedas.
Eran las seis de la tarde y el local estaba lleno.
Las miradas de los demás. El calambre casi inapreciable de una mano que te roza un instante.
Entro al cuarto oscuro, después de apurar una cerveza.
Hay media docena de tíos, acariciándose, mamando. Me siento en el colchón y trato de acostumbrarme a la oscuridad. Un hombre al lado me acaricia la pierna y me coge la polla. Inicia un movimiento de paja. Le dejo hacer. Enseguida baja su boca y comienza una succción lenta y sabia. Gime y suelta su baba sobre mi polla. Lo hace muy bien.
Acaricio yo también su pene. Está flojo. pero no me importa. No soy un maniático. Y el placer no siempre viene de una polla dura. Alguien se pode delante de mí. Tiene un pollón enorme, hinchado y caliente. Me lo meto en la boca y chupo despacio. El me folla la boca. Lo contengo un poco.
Otro se acerca también e intenta que se la chupe. Le hago esperar. Le acaricio con la mano  e inicio una paja.
Siento la boca de quien me está mamando y mi propio placer mientras chupo la otra polla. Mi mano rodea el culo del muchacho que me folla la boca. Tiene un culo liso y suave. Se abre instintivamente para que le meta el dedo. No lo hago. No quiero follar. Prefiero chupar. Y que me chupen. El que me lo está haciendo no parece cansarse.  Más que chupar lame y lame.
Estamos así como diez minutos. Me canso y aparto la polla de mi boca. Me voy al bar y pido una nueva cerveza. Bebo mientras contemplo como un muchacho con aspecto latino está siendo follado en la esquina de la barra. Sonríe mientras le entra una polla considerable.  Se pajea un momento. Y sigue follando.
A su lado, el que parece un amigo le acaricia mientras.Un espectáculo cojonudo.