miércoles, 27 de abril de 2011

Piel suave

El muchacho es alto, joven. Tiene un cuerpo bien modelado, sin exageraciones. Guapo y sonriente. Se me acerca y me aproxima los labios. Nos morreamos en la semioscuridad.
Viene completamente empalmado. Su polla, no muy grande, es recta y bonita. La tiene casi pegada al vientre. Baja su mano y me acaricia la mía. Yo le chupo suavemente los pezones. Me saben a jabón, a limpio. Dejo correr mi lengua por sus tetillas.
Mis manos abarcan su culo. Es una piel increíble, fina y delicada. No tiene ni una imperfección. Me abrazo a él y siento su polla que se aprieta contra mi estómago. Responde a mi abrazo y busca de nuevo mi boca. Mete su lengua entre mis dientes y recorre mis encías. Besa como dios.
Me bajo y le cojo el pene que introduzco en mi boca. La piel es aún más suave si cabe. Dejo correr mis labios por su miembro que adquiere una dureza como de piedra. Me acaricia el pelo. Alguien se le aproxima por detrás y él, vuelve la cabeza y se deja abrazar y besar.
Como buenamente puedo le arrastro hacia una banqueta y me siento mientras no dejo de lamerle. Responde a mis chupadas iniciando un movimiento de vaivén. Da gusto, porque su polla no es grande y me permite metérmela entera. Se la empapo de saliva. Le oigo suspirar.
Se para un momento en sus movimientos de folleteo. Gruñe y abre un poco el culo mientras flexiona las piernas. Dirijo mi mano hacia sus nalgas. Mis dedos rozan la polla del otro muchacho que está penetrandole. Dejo que mi mano acaricie el ojete y la polla del otro. La siento avanzar hasta que se entierra en el culo de Piel Suave. Gime. Abre las piernas un poco y su mano acaricia mi cabeza apretando mi boca contra su polla.
El otro muchacho empieza a follarle, primero suavemente. Luego, más deprisa. Noto en mi boca los golpes de la follada. Se escucha el chasquido de la carne contra la carne. Los gemidos aumentan. Le chupo casi al mismo ritmo que le follan. Sus manos aprietan fuerte mi cabeza. Mueve el cuerpo buscando la polla del otro, deseando que le entre hasta el fondo.
Estamos así un buen rato. Alguien se ha acercado y le besa la boca. Piel Suave se apoya en mí y deja que le follen cada vez más fuerte. Mis manos acarician sus huevos, buscan tras ellos y siento la polla del otro muchacho que le penetra cada vez más deprisa. Gemidos. Mis dedos notan como sus huevos se le meten hacia adentro. Me saco la polla de la boca y le pajeo ayudado por la saliva que he dejado en ella.
Piel Suave da un rugido. Echa más el culo hacia atrás. El que le está follando ha empezado también a gemir cada vez más fuerte. La mano que tengo libre busca el culo del otro muchacho. Noto como se contrae y lanza un grito ronco mientras intuyo que se ha corrido en el preservativo. Piel Suave se mueve entre temblores, gime, y un chorro de leche me llena el pecho. No suelo hacerlo, pero en esta ocasión, dejo que su lefa me pringue el vello. El busca mi boca y me muerde los labios suavemente.
Está guapísimo y muy varonil, deshecho por el orgasmo. Le devuelvo el beso.

lunes, 18 de abril de 2011

Una paja entre dos

Me dice:
-Me gusta tu olor.
Me besa el pecho. Me chupa despacio los pezones. Es alto y fuerte. De cuerpo agradable. Siento su lengua perderse entre el vello de mi pecho. Me besa suave y delicadamente mientras su mano busca mi polla medio empalmada. Me repite que le gusta el olor de mi cuerpo.
-Me vuelve loco... -susurra.
Se arrodilla delante de mí. Busca mi polla con sus labios. Los frota contra mi sexo. Luego, abre la boca y me chupa con maestría. Escucho sus gemidos. Mi mano se pierde entre sus piernas y encuentra su polla tiesa y dura. Le pajeo despacio, inclinado sobre él, mientras siento en mi sexo su lengua que recorre la longitud de la polla. me llena de saliva.
Pasa unos minutos lamiendome el miembro. Disfruto de la mamada. Se levanta y busca mi boca. Nos besamos metiéndonos la lengua. Los besos se hacen cada vez más profundos. Me gusta este hombre. Él tiene también el cuerpo cubierto de vello. Le chupo los pezones. Me entretengo en sus tetas. Lanza suspiros y gemidos. Me bajo hasta su miembro. Está muy duro y palpita. Le paso los dedos por el glande. Me lo meto en la boca. Me llena por completo. Inicia un movimiento de folleteo. Lo dejo hacer. Siento como me entra su sexo. La suavidad de la piel. 
Dejo que fluya la saliva. De vez en cuando, me la saco de la boca y le pajeo muy deprisa. Aumentan sus gemidos. Sus manos acarician mi cabeza. Vuelvo a chupársela.
-Qué placer, cómo me gusta -dice.
Es muy agradable ver disfrutar a alguien así. Tiene un cuerpo fuerte y bien formado.Mis manos acarician su culo. Dejo que mis palmas recorran sus nalgas. Es suave y limpio.
Me hace levantarme para besarme de nuevo. Tiene la boca empapada en saliva. Busca mi cuello. Me besa junto a la oreja. Se agacha de nuevo e inicia una mamamda más violenta. Si sigue así, hará que me corra. Él parece intuirlo y arrecia en sus lamidas. Se la mete hasta el fondo de la garganta. Siento su nariz en mis pelos púbicos. Me acaricia los cojones. Los estruja hasta casi hacreme daño. Le digo que no puedo más.
-Yo, tampoco -dice
Se pone de pie. Y me masturba. Yo hago lo mismo. Me abraza contra él y me besa de nuevo los pezones. Lo dejo hacer. No dejo de masturbarle. Siento su prepucio que corre a lo largo de la polla. Aumenta sus gemidos y me muerde las tetillas. Noto que se va a correr. De pronto, estalla:
-Me corro...Qué rico, por dios...
Siento sus contracciones. En mi mano siento la calidez de su esperma. El semen resbala entre mis dedos. Despacio se lo extiendo por su polla. Pongo un dedo sobre el agujero del glande y siento en la piel los estallidos de la lefa que sale a borbotones. Él arrecia en su paja. Me aprieta la polla y me viene de golpe el trallazo del orgasmo. Me corro en su mano que no deja de acariciarme. Me abrazo a él. los dos nos acariciamos con las manos llenas de semen.
Suspiramos a la vez. Me dice en voz muy baja:
-Joder, tío. Ni mi mujer me hace una paja así...

jueves, 7 de abril de 2011

Las bolas

Estamos follando los dos. Ella de espaldas a mí, como le gusta. Mi mano sobre su coño. Folla como dios. tiene el coño rubio, con poco pelo.Me dice:
-¿Quieres mi culito?
Contesto que sí. Se abre los cachetes con ambas manos y deja su agujero a mi disposición. Mi polla entra  sin esfuerzo alguno. Ella lanza un suspiro y vuelve a moverse. La follo. Siento su agujero caliente y suave.
Suspira. Mi polla no deja de entrar y salir. A veces, salgo completamente y vuelvo a introducirsela. Ha debido follar mucho por el culo. Le encanta. Y es lo mismo que follarla por el coño, pero siento que me aprieta con el esfínter.
Sigo follando. Vuelve la cabeza hacia mí para que vea su cara en el orgasmo. Se dulcifica su rostro. Abre la boca. Me muerde la mano y aprieta su culo un poco más.
-Me corro, me corro -casi grita.
Explota en un orgasmo salvaje.
-Échame tu leche, dámela -ordena.
Me muevo más deprisa. Suelto un chorro de semen que le entra en el recto. Jadeo mientras ella casi llora de placer. Aprieto mi mano contra su coño. Tiene un orgasmo fuerte y lento.
Me quedo pegado contra ella. Estamos así unos minutos, dejándonos sucumbir al placer. Al rato me salgo de ella. Se da la vuelta y se pone encima de mí, en un 69 perfecto. Chupa mi polla impregnada de semen. Alarga la mano y busca en la mesilla. Veo por el rabillo del ojo que saca un consolador mo nuy grande. Busca mi culo y me lo introduce despacio. 
Me alarga a la vez un rosario de bolas. Se lo voy metiendo en el coño. Una a una. Pasan unos diez minutos en los que no dejamos de jugar. La dejo el coño lleno de bolas. Le doy la vuelta y me pongo encima. Mi polla está otra vez preparada. Es una dureza un poco flácida, pero suficiente.
La meto la polla en su chochito, noto el roce de las bolas. Me aprieta fuerte contra ella. Tiene una mirada turbia. No ha sacado el consolador de mi culo. Lo mueve despacio. La follo rápido. Gira de nuevo la cabeza en lo que adivino un nuevo orgasmo. Me araña la espalda y se corre despacio, mucho más calmada que antes.
Siento que yo también voy a explotar. Suelto algo de semen. Me duelen los huevos. Sudamos copiosamente. Por fin me echo a un lado. Miro su coño que suelta algo de leche. Tiro de las bolas. Salen una a una, mientras ella da pequeños suspiros cada vez que una de las bolas sale fuera. Brillan por el semen y su flujo. Las acerco a su boca, sin decir nada. Ella las chupa despacio, una a una. Se relame.
Me besa y noto el sabor de mi semen en su lengua.