miércoles, 14 de diciembre de 2011

Una vez más

Me doy una vuelta por la sauna. He ido sólo y paseo por los pasillos. Veo mucha gente. Debe de ser la hora, ya de madrugada, pero la verdad es que está casi llena, o, al menos, con gente suficiente.

Me muevo por la zona de cruising. Hay parejas metiéndose mano, besándose. Un grupo de tres tíos me invita a acercarme. lo hago. un muchacho joven me recibe con un beso. Besa llenándote la boca de saliva, pasándote la lengua por toda la boca, como si buscase comerte literalmente.

Siento su mano acercándose a mi polla. Me la acaricia. Un hombre mayor y fuerte le está chupando a grandes tragos. Escucho los chupetones. El otro se pone de espaldas y le ofrece el culo al que me está besando.

Le cojo la polla y le calzo un preservativo. Le dirijo hacia el culo del otro. Le ayudo. Entra la polla. Escucho un quejido y el que me ha besado inicia una follada rápida, cogiéndole de la caderas. Gruñen los dos mientras  el que chupaba y yo miramos sin dejar de pajearnos.

De pronto, se acerca a mí, se arrodilla ante mi miembro, sin dejar de meneársela. Abre su boca y engulla la polla. Si era bueno besando, chupando es extraordinario. Siento su lengua recorrerme la piel. Me mata. sabe que lo hace bien y se regodea. Chupa y chupa, me llena de saliva que chorrea de sus labios. Está así largo tiempo mientras mira como follan los otros.

No puedo más. Noto como me sube la leche polla arriba. Intento retirarla y le advierto que me corro. Se la introduce más profundo. Me dice: "Dámela". Me dejo ir. Me tiemblan las piernas cuando me sale el chorro de lefa y noto la presión de su boca que se pega al miembro, que me recorre entero.

Luego, con la boca llena de semen me besa por la tripa. Y me mordisquea las tetas. Los otros siguen follando, ajenos a todo.