miércoles, 30 de marzo de 2011

Paja a tres

Hay un hombre sentado en la banqueta que está en una de las cabinas. De mediana edad. Me mira y sonríe. Yo también lo hago. Estoy apoyado al lado de la puerta y me pongo frente a él. Echa su mano hacia mi bragueta. Me la abre y saca mi polla, todavía flacida.
Le dejo hacer. Me pajea despacio mientras el pene se va endureciendo. Es un artista. Con las dos manos frota mi polla y se escupe de ven en cuando en las palmas. Rápidamente entro en erección.
-Qué polla más bonita tienes -me dice.
Le agradezco el cumplido. Levanta sus ojos como pidiendo permiso y se la mete en la boca. Siento el calor de su saliva. Me la chupa despacio, lentamente. De vez en cuando, pasa sus labios a lo largo de todo el miembro. Siento el viejo placer en la punta del glande. Mis huevos suben hacia arriba. Se la introduce de nuevo y me acaricia, a la vez, los cojones.
Siento la suavidad de la lengua. Chupa con ganas y nuevamente la coge con las dos manos y me pajea, mientras hace ruidos de placer. Me chupa una vez más. Estamos así varios mi nutos. Siento sus manos acariciando suavemente los huevos y la parte posterior. Se le nota que disfuta con lo que hace.
Me parece que hay alguien tras de mí. Hay un hombre oriental que se pajea despacio. Veo su polla, no muy grande, fina y larga. Está muy dura o eso me parece. Me echo a un lado y susurro al hombre que me la mama:
-Chupasela. 
El hombre alarga su mano y toma la del oriental. Se la acaricia y se echa un poco hacia adelante y se la mete en la boca. El oriental se aproxima un poco más y pasa su mano por mi cintura. Se deja mamar. El otro va alternando las dos pollas. Nos mama a los dos alternativamente.Tiene la boca rebosante de saliva. No deja de chuparnos y pajearnos. El oriental baja su mano y me acaricia el culo. Le dejo hacer. Gime.
Yo siento como me va subiendo el placer. Estoy a punto. Como si se diera cuenta ,el hombre acelera la succión. 
-Me voy a correr -digo.
Él se la saca de la boca y comienza una paja rápida. Deseo descargar. No aguanto más y suelto unos chorros de lefa que van a caer al suelo. El hombre oriental dirige una de sus manos a mi polla y se refriega mi semen entre sus dedos. Lanzo un suspiro de satisfacción. El hombre se levanta y me acreca su boca. Nos morreamos los tres y veo por el rabillo del ojo que el hombre oriental suelta una corrida abundante. Nos quedamos los tres desmadejados, abrazados y satisfechos.

viernes, 18 de marzo de 2011

Otravez con mi amigo

Nos vamos mi amigo y yo a tomarnos unas cervezas a Leather, un pub de ambiente en Chueca. Entramos y nos dirigimos a la barra. Son la siete de la tarde, mas o menos. En el local hay bastante gente. De todas las edades.
Charlamos un momento antes de pasar hacia la zona oscura. Primero nos dirigimos al sotano. poca gente. Nos morreamos y acariciamos en un rincón. A nuestro lado, otras parejas hacen lo mismo. Mi mano siente la dureza de la polla de mi amigo que se pega a mi.
Nos tocamos y acariciamos. Me abre la bragueta y me la saca. me acaricia lentamente. Se me va poniendo dura. En un determinado momento se baja y comienza a chuparmela. Le dejo hacer. Siento un placer enorme y busco yo también su polla. Se la saco del pantalón y nos vamos turnando.
Después de un momento, subimos de nuevo hacia la barra. Nos metemos en la zona oscura. Hay un pasillo con cabinas a los dos lados. En la puerta de algunas cabinas, algunos hombres miran la película porno y se soban el paquete. 
No reímos y miramos la peli. Una cabina ha quedado vacía y nos metemos en ella. Nos besamos de nuevo. Se baja los pantalones y yo me agacho frente a su polla. Me la meto en la boca y chupo y lamo con ganas. Me gusta esta polla, no muy grande. Esta dura y caliente. Se la mamo, mientras le escucho gemir.
Mi amigo me acaricia la cabeza. Por uno de los agujeros de la pared que dan a otras cabinas observo como alguien esta mirando. Al poco, hace asomar su pene por el agujero. Mi amigo la toma con una de sus manos y la masturba despacio. Yo me pajeo furiosamente. Tengo unas ganas locas de soltar mi leche. Mi amigo inicia un movimiento de folleteo. Siento en la nariz sus pelos rizados que me hacen cosquillas y como se desliza por mi lengua su polla. Degusto el liquido preseminal.
Me pongo de pie y nos besamos. Noto su lengua que me recorre la boca. Se arrodilla el ahora y se introduce mi polla. Me chupa suavemente. Estamos los dos a punto. Se pone de pie y sin dejar de besarnos iniciamos una masturbación cada vez mas rápida. Siento su saliva que se mezcla con la mía.
De pronto, casi a la vez, nos corremos mientras nos besamos cada vez mas fuerte. chorros de lefa caen hasta el suelo. La polla que asoma por el agujero suelta también unos chorros de semen. Nos abrazamos, nos vestimos y salimos fuera.

miércoles, 9 de marzo de 2011

En el sexshop

Se accede al sexshop por una primera sala, donde están a la venta artilugios y peliculas porno. Un muchacho está detrás del mostrador. Enfrente una media puerta lleva a una zona más privada. Pago al joven que oprime un botón y se abre la portilla. Entro. Las cabinas, algunas sin puertas, están en un pasillo a derecha e izquierda.
Veo a algunos que miran la película y se pajean, sacándose la polla por la bragueta. Hay agujeros redondos a la altura de la cabeza de quienes están sentados. Veo a un par de hombres que parmanecen de pie, apoyados en el marco de las puertas. Sigo avanzando y entro en otra sala más grande. Una gran pantalla emite una pelicula porno.
En el centro de la habitación hay una especie de cama enorme, vacía. Las paredes que rodean la sala tienen unos bancos en los que hay cuatro o cinco personas. Algunas se pajean. Una chupa la polla de alguien que está de pie, con los pantalones por los tobillos.
Busco donde sentarme y contemplo la mamada atentamente. El hombre sentado a mi lado se traga la polla hasta el fondo mientras se menea el pene. Le gusta. O eso parece porque da largos chupetones y se le escucha gemir suavemente.
En un momento dado se saca la polla de la boca y me la pasa, como si me ofreciera una golosina. La pajeo y la acaricio lentamente. Está húmeda y dura. El hombre que está de pie me acerca la polla a la boca e intenta introducirmela. La miro un instante. Es una polla no muy grande pero bien formada, limpia y tersa.
Inicio una succión suave. Me encanta sentir la dureza en la lengua. Notar como se resbala por mi boca. Notar esa especie de hormigueo en mi propia polla. La chupo y lamo despacio, sin prisas. El hombre debe de estar a punto porque quiere moverse cada vez más rápido.
Saco su polla de mi boca y se la entrego al otro hombre que, viendo que está a punto de correrse, acelera sus mamada. Se la mete hasta el fondo de la garganta. Veo cómo su nariz se estrella contra el pelo del pubis. Sus ruidos guturales son cada vez más expresivos. Como si se le fuera a escapar, echa su mano hacia el culo del muchacho y le aprieta contra él.
El hombre que está de pie echa la cabeza hacia atrás y da un fuerte impilso hacia adelante con la polla. Veo como el que está mamando intensifica sus chupetones. Se queda quieto de pronto y casi puedo ver como se derrama la lefa en su boca. Chupa suavemente. Se la saca hasta la punta y se la vuelve a meter hasta dentro. Lo veo paladear el semen.
El otro se retira. Se sube los pantalones. Le da un cachete cariñoso en la cabeza y sale de la habitación. El muchacho sentado se deja caer en el respaldo respirando agitadamente.
Estoy muy caliente. Tengo la pija a punto de reventar. Me la masajeo por encima del pantalón.
Salgo de la sala hacia las cabinas. En una de ellas hay una pareja morreándose y pajeándose. Avanzo por el pasillo. Encuentro una cabina vacía y me siento. Voy pasando los canales. Me saco la polla y me la acaricio durante un rato. De reojo creo ver cómo alguien se asoma por el agujero redondo que hay en la pared que separa las cabinas.
Al momento asoma una polla semierecta que se mueve arriba y abajo. La cojo con la otra mano y la masturbo unos momentos. Se va endureciendo. Es una polla grande y gorda que sigue creciendo a medida que la manipulo. Estoy deseando sentirla en mi boca. Acerco mi cabeza y me acaricio los labios con su glande. La chupo. Paso mi lengua a lo largo del tronco. Tiene unas venas muy marcadas que nota en mis labios.
Se la chupo, la mamo. Me gusta. Me gusta mucho. A la vez me pajeo deseando correrme. Tengo necesidad de soltar toda mi leche. Dejo de chuparsela. Me pongo de pie y empujo mi polla a través del agujero, haciendo retroceder la otra polla. El parece comprenderlo y noto casi al instante cómo su boca rodea mi polla. Me la chupa sabiamente. Yo empiezo a gemir. El acelera la mamada. Me llena de saliva. La traga hasta dentro. 
La saco de golpe de su boca. Y empiezo a masturbarme con ganas. He cogido un kleenex que me pongo en la punta de la polla. Me agacho y veo por el agujero que el de la cabina del al lado está haciendo lo mismo. Me quedo mirandolo y veo cómo salta un chorro enorme de su polla. Es un semen blanco y espeso que sale en sacudidas de su miembro que ahora apunta al cielo de la cabina.
No deja de salir a borbotones la leche. Lamento en ese momento no ser un tragador de lefa. Y, ahora, siento que me viene a mí el chorro calido.El placer estalla y lleno el pañuelo de papel con la corrida.
La polla de el de al lado vuelve a aparecer por el agujero de la pared. Chorrea una gota de leche de la punta. Rozo la punta de mi polla con la suya a mode de despedida. Abandono el local antes de que el otro pueda salir de su cabina.

lunes, 7 de marzo de 2011

Un cuarteto bi

Estamos en uno de los club de intercambio. Nos acariciamos lentamente. No tenemos prisa para nada. A nuestro alrededor hay otras parejas que follan o se acarician.
Una de las parejas está formada por unos chavales más o menos jóvenes, como de treinta años. Ella, delgada y morena, tiene un cuerpo espectacular. No son muy grandes sus tetas, pero están muy bien formadas y muestran unos pezones grandes y marrones. Él tiene una barba semidescuidada, el pelo largo. Es delgado también y tiene la polla en reposo. No se aprecia si es grande o no. Sé por experiencia que cuando se completa la erección hay ocasiones en que salta la sorpresa.
La chica se acerca a nosotros y empieza a besarse con mi amiga. Baja hasta su coño y lo lame con suavidad. Su pareja se tiende al lado nuestro. Estamos muy juntos los cuatro. La chica posa sus labios en mi polla e inicia una mamada lenta y suavemente. Mi amiga la come las tetas mientras el chico acaricia su culo.
De pronto noto una mano que me acaricia los huevos. No son de la chica ni de mi amiga. No me hace falta mirar para comprender que es el muchacho quien me está tocando. La mujer se retira un momento y entonces él me coge la polla en su mano y comienza a pajearme. Ante mi quietud, el hombre acerca su boca a mi polla y empieza a pasarme la lengua a lo largo del tronco. Lo dejo hacer.
Las dos chicas se han enrollado en un 69, muy pegadas a nosotros. Sus manos acarician sus cuerpos y, de vez en cuando, pasan sus dedos por nuestra piel. El hombre chupa ya sin tapujos mi polla. Yo busco la suya. Se da la vuelta. Se pone de lado y me acerca un pene ya en erección. Lo llevo a mis labios. Noto la suavidad de la piel. La verdad es que es maravilloso chupar una polla. La piel no tiene comparación en suavidad y tersura con nada.
La saliva se derrama sobre su miembro. Siento en el mío el calor de su boca. Su lengua me recorre el glande, se para en el agujero. Yo sigo su mismo ritmo. Estamos los cuatro en una escena de lo más caliente. De reojo veo cómo los demás nos miran con una cierta envidia. Pero nadie se acerca. Extiendo mi mano hacia un hombre que está casi pegado a nosotros. Delicadamente me la retira. Oigo que su pareja le murmura: "Déjate, déjate". Pero no lo hace y se retira un poco.
Me concentro en lo que tengo en la boca. Me encanta chupar. Es un placer difícil de explicar, muy sensual y muy morboso. Un coño o una polla es lo mismo. Me gusta comer, lamer, chupar.
Veo a las dos chicas que hacen ahora una tijereta. Se frotan los chochos (la chica lo tiene depilado, mi amiga peludo) y gritan y gimen sin preocuparse de nadie. Estallan casi a la vez y se quedan desmadejadas a nuestro lado. Nosotros seguimos chupandonos despacio. Ellas se besan y se acercan a nosotros. Nos quitan las pollas de la boca y comienzan ellas a mamarnos. Estamos tan pegados que siento en mi cara el roce de la otra chica mientras sube y baja por el sexo de su pareja. Mientras nos chupan, con una mano acarician los huevos de la pareja de la otra.
Siento la mano de la otra chica que busca mi culo. Me acaricia el agujero. Se mete el dedo en su coño y con su flujo me lo introduce en el culo. No sé lo que hará con el otro chico mi amiga. Pero a mí me está haciendo una mamada salvaje. Salta de pronto sobre mí. Se introduce mi polla en el coño y empieza a follarme. Se corre y yo exploto, notando en el culo el dedo de la muchacha que acelera sus movimientos al oir mis gemidos.
Cuando me calmo miro a la otra pareja. El hombre gruñe suavemente. Veo la leche de su polla resbalar de los labios de la muchacha y empaparle los huevos. Sonreímos.

jueves, 3 de marzo de 2011

Noche con dos amigas

Ha venido a pasar un par de días en Madrid. Es una buena amiga, guapa y sensual. Dulce y cariñosa. Cenamos juntos los tres. Mi buena amiga de Madrid, ella y yo. Charlamos y hablamos. Mantengo una relación con las dos (por separado) desde hace tiempo. Hoy es la primera vez que estamos juntos.
Después de cenar nos sentamos en un pub y seguimos charlando.
Por fin, nos dirijimos a casa de mi amiga. Nos besamos los tres. Nos desnudamos unos a otros. Nos acariciamos.
Ellas dos (tal vez por la novedad) se dedican más atención. Ambas son bisexuales. Se besan apasionadamente. Se tumban en la cama y comienzan a descubrirse mutuamente los cuerpos. La amiga de Madrid se baja hacia el coño de nuestra visitante y chupa con dedicación. Se escuchan sus gemidos. Me uno a ella y le beso las tetas y la boca.
Vamos rodando por la cama. Hay un momento en que me cogen la polla entre las dos y me la chupan, me la besan, me la lamen. Se besan entre ellas y se ríen. Acaricio sus coños, húmedos y brillantes. Estamos así un buen rato. Sentir a dos mujeres entregadas a tí, rozándote con las tetas la polla, sus labios llenos de saliva, la boca caliente, es un placer maravilloso.
Siento unas ganas enormes de follar. Acaricio sus culos, sus muslos. Ambas hacen un 69 y me quedo un rato contemplando sus movimientos, oyendo sus chupeteos, sus gemidos. No dejo de pajearme. La polla va a estallarme. El corazón me late como si fuera a darme un síncope.
Me pongo detrás de mi amiga madrileña que en este momento esta encima del 69. ´La levanto el culo. Acaricio su rajita. Ella abre las piernas y levanta sus nalgas. Nuestra visitante está metiéndole la lengua. Mis dedos rozan sus labios. Acerco mi polla y la introduzco poco a poco en el coño que está chorreando.
Siento los labios de la otra buscar mi polla. Roza con su boca el trozo que queda fuera. Me besa los huevos, me los chupa.
La follo con ganas, pero lentamente. No quiero dejar de sentir esos labios en mi miembro. Mi amiga gime. Se va a correr. Grita. Nuestra amiga de fuera me saca la polla del coño y se la mete en su boca. Me chupa unos segundos y vuelve a meterla en el coño de mi amiga. Lo repite varias veces, mientras no dejo de follar.
Cambian ambas de posición y, como si se hubieran puesto de acuerdo, repiten el mismo juego. Me siento el hombre más afortunado del mundo. Follo ahora a la otra y noto la boca de mi amiga que juega con el coño de ella y con mi polla.
Rompen el 69. Me ponen boca arriba. Una se sube encima de mí y empieza cabalgarme. La otra se me pone encima de la boca. Chupo su coño peludo. Me encantan esta clase chochos. Las dos se besan entre si mientras yo chupo y meto cada vez más profundamente la polla. Están empapadas. Se resbala mi pene dulcemente en el divino coño y mi boca traga sin parar los flujos de la otra.  Es como una fuente.
Después de un buen rato, me dejan y me quedo boca arriba. Ambas empiezan a besarse con mi polla enmedio de sus bocas. Se han corrido varias veces y yo no puedo más. Me dicen:
-Danos tu leche.
Con sólo oir esas palabras exploto y las dos chupan a la vez intercambiándose mi lefa. Me aprientan los cojones, me acarician el culo y suben hasta mi boca para darme un beso caliente y pegajoso de semen.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Con mi amigo

Estamos los dos, mi amigo yo, en su casa. Hemos estado tomando unas cañas y, al final, hemos decidido darnos un homenaje.
Mi amigo sólo tiene relaciones conmigo. Le gusta el sexo con hombres, pero más tímido que yo, se siente incapaz de dar el paso.  Se lo pasa muy bien conmigo. Disfruta y siente un placer que se nota en sus expresiones y gemidos.
Hemos renunciado a la penetración ante el fracaso de anteriores encuentros. Asi que vamos directamente al grano. Nos besamos y nos pajeamos el uno al otro. Nos hemos dado una ducha y estamos limpios y dispuestos. 
Nos tumbamos en la cama en un 69 delicioso. Nos chupamos pollas y cojones con placer. Nos acariciamos el culo. Estamos muy calientes. En un momento dado le paso la polla entre los gluteos. Se abre pero nos limitamos a rozarnos. Estamos así un buen rato.
Le muerdo las tetillas y dejo que mi boca se pierda entre su vello. Hace lo mismo conmigo. Me recorre el vientre con su lengua. Chupa ansiosamente. Me lame desde el culo a la polla y succiona lenta y suavemente.
Le pongo a cuatro patas y le introduzco un dedo. Gime y se pajea rápidamente. Comienzo a follarle con el dedo. Me dice que siente un placer inmenso. Su culo está apretado y me cuesta trabajo introducirlo más adentro.
Luego se pone encima de mí y con las pollas juntas inicia un movimiento de vaiven. Siento el roce de su piel suave y tersa. El líquido preseminal le sale por el agujero del glande. No deja de meterme la lengua buscando la mía. Repìte mi nombre entre gemidos.
Cuando se folla con alguien a quien se quiere, el placer es otro. se suma al placer físico una sensación de bienestar.
Le doy la vuelta y le pongo boca arriba. Me pongo entre sus piernas y le inicio una mamada lenta. Le empapo la polla de saliva. Su verga está tiesa y temblorosa. La siento en mi boca. Siento el deseo de gustar su semen. Nunca lo he hecho y con él me parece distinto.
Acelero la mamada. Me dice que se va a correr e intenta retirarse. Le digo que se corra en mi boca. Noto que se le pone más dura. Comienza a follarme con fuerza. Gime cada vez más fuerte. Le da un estertor, y, de pronto, siento en mi boca la pastosidad de su lefa. Suspira sin dejar de mover su vientre contra mi boca. Es una sensación extraña y, al mismo tiempo muy placentera. Comprendo a las mujeres que piden que se corran en su boca. Es maravilloso cuando hay seguridad.
Está salada y suave. La dejo que me recorra la lengua. No me la trago. Voy al cuarto de baño y me lavo la boca. Luego vuelvo a su lado. Está con los ojos cerrados y respira agitadamente.
Me dice que me corra en su vientre. Me pongo de rodillas ante él y me pajeo hasta que suelto un chorretón de lefa que mancha su polla y sus cojones. Con su mano se la extiende por la tripa.
Nos echamos el uno al lado del otro y nos besamos suavemente.
De la punta de mi polla sale una gota de lefa que resbala sobre mi muslo.