jueves, 23 de enero de 2014

Otra vez en la sauna

Doy vueltas por la sauna. Poca gente. Deambulamos unos y otros por pasillos y zona oscura. Poco movimiento. Me meto en el minicine. Tiene  como un graderío en el que hay varias personas pajeándose, por debajo de la toalla. Me siento en las últimas filas y espero. En una par de gradas más abajo hay un muchacho boca arriba, estirado. Parece dormido. Sobre él, otro se folla sin parar con la polla del primero. lo cabalga lentamente mientras nos mira a los demás. El de abajo, aparentemente, ni se entera. Pero al elevarse el que está encima podemos ver su polla tiesa que entra en el culo del otro.

Se me sienta al lado un hombre de unos cuarenta años. Casi al momento se inclina y me toma el pene que acaricia despacio. Al rato lo tiene en la boca. Le dejo hacer. Tiene la boca caliente y llena de saliva. Sube y baja y me chupa con ganas. Lo hace muy bien. Sin prisas. Me dejo llevar. Tengo la polla dura y siento un gran placer. Me encanta como la mama.

Estamos un buen rato. Le gusta más que a mí, por lo que puedo notar. Se ha tumbado a lo largo de la banqueta y, cómodamente, se dedica a chupármela con ganas. Disfruto del momento. Miro a mi alrededor. Llegan un par de muchachos y se ponen muy cerca de nosotros. Casi al instante empiezan a masturbarse y a mamársela alternativamente. Al momento uno de ellos se da la vuelta y le ofrece el culo a su compañero.
De rodillas se la mete y empieza una follada rápida y fuerte. Gime el enculado en lo que no se sabe si es dolor o placer.

El que me la chupa a mí sigue a lo suyo, haciendo verdaderas virguerías con su boca. No me quiero correr y aguanto las ganas de soltar el choro de lefa. Los otros dos están cada vez más desatados. No duran mucho. El que le está follando dice algo y saca la polla del culo. Se quita el preservativo y da la vuelta a su amigo. Suelta un chorro de leche que en la semioscuridad de la sala puedo ver como resbala por la cara del muchacho.

Aviso a mi acompañante de que me voy a correr. Me dice que se lo suelte en el pecho. Me dejo ir. Y suelto un lefazo sobre sus tetillas. Él, con su mano, se la extiende por todo el pecho mientras suspira. Veo que su polla sigue flácida. Le acaricio el hombro y me voy hacia las duchas.


2 comentarios:

  1. Una tarde muy pasiva y observadora.
    A veces va bien que sea el otro el que trabaje y lo haga todo ;-)

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  2. Buenas noches, Me encantaría enlazar tu blog con el mio ya que ambos son de la misma temática. Creo que es una cosa por lo tanto que puede beneficiarnos a ambos porque tenemos lectores comunes. El blog es www.dominusjaime.blogspot.com y te dejo mi correo por si te apetece la idea dominusjaime@gmail.com Ah y por cierto Feliz año! Un abrazo D. Jaime

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