lunes, 28 de febrero de 2011

El muchacho de traje

Fue hace algún tiempo. Una de las primeras veces que fui al Strong.
El Strong está como siempre. Gente que deambula por los pasillos oscuros. Cabinas semiabiertas. Hombres pajeándose e invitando con la mirada. Me voy hacia el final. Me siento en la sala de video y miro a mi alrededor. Hay muchachos que dormitan. Otros se chupan la polla, se acarician. No dejan de entrar y salir. De vez en cuando, se escucha la caída de un vaso.
Entro hacia los cuartos oscuros. El resplandor de los mecheros permiten ver algún grupo que se morrea y se acaricia. Alguno, sentado en la banqueta chupa y la me la polla de quienes, con los pantalones medio bajados, suspiran y gimen.
Siento unas manos acariciándome por encima de la bragueta. Me detengo. Dejo que me bajen la cremallera. Ayudo a sacar mi polla y una mano me pajea suavemente mientras una boca busca la mía. Nos enrollamos un momento. Acaricio el culo del muchacho que se ha acercado a mí. Tiene los pantalones caídos. Él se baja hasta mi polla y comienza a hacerme una mamada.
Durante unos minutos me dejo hacer. Está en cuclillas y lame furiosamente. Acaricio su cabeza. La tiene prácticamente rapada. Mis ojos se han ido haciendo a la oscuridad. Es un hombre joven y de buen cuerpo. Está prácticamente desnudo. Se acerca otro hombre y se pone detrás del mamador. Le levanta el culo e intenta clavarle la polla. Pero no se deja. Parece que sólo quiere mamar.
Tras un buen rato le retiro la cabeza. Se pone de pie y me acerca la boca. Noto en su saliva el gusto de mi polla. Nos besamos fuerte. Por fin, le doy unas palmadas y guardo mi polla. Me alejo de él y salgo fuera.
Doy una vuelta por las cabinas. Un muchacho con barba, vestido con un traje, se pajea en una cabina. Me hace señas y me acerco a él.  Me coloco en la puerta de la cabina. Saco mi polla y me la acaricio.
El aumenta el ritmo de su mano. Casi al momento me hace entrar y se arrodilla delante de mí. Sin dejar de pajearse, se introduce la polla en su boca y comienza una mamada fabulosa. Se la traga entera. Se la saca de vez en cuando y pasa su lengua a lo largo de mi pene. Me brilla la polla por su saliva, cálida y abundante.
Vuelve a metersela dentro e inicia una succión que me hace ver las estrellas. Se detiene. Chupa. Lame. Gime mientras acelera su paja. No voy a aguantar mucho. Siento como me viene el semen. Le advierto:
-Me voy a correr, tío...
Intento sacar la polla de su boca al sentir las primeras contracciones. Vuelvo a decir:
-Que me corro...
El acelera la succión. Gime. Me coge con la mano libre el culo y me aprieta contra él.
No puedo más. Lanzo unos gemidos. Siento las convulsiones de mi polla y cómo la lefa se descarga en su boca. El no deja de chupar. Me derramo en su garganta. El muchacho traga y chupa mientras no deja de pajearse. Se corre también.
Me apoyo en la pared. Me tiemblan las piernas. El muchacho se pasa unos dedos por los labios. Se pone en pie. Me da un beso y se retira sin decir una palabra.

1 comentario:

  1. Mierda...!!! me re calentaste justo hoy q estoy más solo q loco malo...!!!
    Gracias x leer mi blog. Esta es una devolución de gentilezas pero lo más probable q ande por acá seguido. No conozco el ambiente de los boliches o discos gays. Trato de mantenerme en una especie de closet como la cabina q describís q no tiene puerta... jeeeeee... chauuuuuu...!!!

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